"PortAventura: ha cambiado el parque en dos años?"

Dos años después de mi última visita, hoy he vuelto a mi parque madre, PortAventura, con muchas ganas pero pocas expectativas.
El parque y el resort en general llevan ya unos años de gestión regular; no puedo decir que sea nefasta, pero la verdad es que hacen lo justa para no empeorar y nada para mejorar. Creo que lo más adecuado es decir que el parque está estancado en un raro equilibrio entre la dejadez en muchos aspectos (y que se hace más notable con los años) y su innegable capacidad de atraer gente, porqué, vamos a ser sinceros, la oferta es buena y capaz de seguir atrayendo público.
Hoy he notado esto mucho más que en otras ocasiones. El parque estaba lleno, pero lleno a reventar; hace años que no veía esas colas, hasta 1 hora y media para subir a las atracciones de agua, y pocas o ninguna montaña rusa ha bajado de la hora de espera en todo el dia. Ni el COVID ni que aún no es temporada alta parecen haber echado atrás a nadie.
Y quizás por el COVID se ha notado tanto la afluencia de hoy: los vagones salían a medio llenar, dejando entrar a pocos grupos a la vez, cosa que ha generado esas colas tan eternas y donde, por cierto, nunca se respetaban las medidas de seguridad, con gente sin mascarilla, sin distancia, fumando o comiendo.
El terrible calor de hoy solo ha empeorado la situación. De eso no podemos culpar al parque, claro, pero si hay que decir que su gestión en este aspecto ha sido nula. En las colas, ni toldos, ni ventiladores o humidificadores para dar sombra a la gente que se tenía que estar parada ahí durante mucho rato, y en los viales poco o nada de sombra.
No voy a hablar de la comida o de los precios porque esto no es novedad para nadie, con precios desorbitados y restauración de baja calidad (la poca que había abierta), pero si tengo que reconocer los puntos buenos del dia.
Primero, como siempre Shambala y Dragon Khan dos maravillas que se disfrutan tanto como la primera vez. Por otro lado, la gran sorpresa de la visita: Street Mission, la nueva atracción del parque y una maravilla de dark ride muy superior al nivel del parque. Un excelente pre-show, un sistema totalmente nuevo, entretenida y tan divertida que me ha hecho salir con una sonrisa de oreja a oreja. La historia en sí es sencilla y familiar, pero lo compensa con tematización cuidada, escenas bien elaboradas, animatronics de primera y hasta efectos de olor. No puedo decir que este al nivel de Disney (aunque se le acerca un poco) pero sin duda una de las mejores atracciones del parque, muy por encima del nivel al que nos tienen acostumbrados y totalmente recomendable. Si los rumores son ciertos y los directivos están decidiéndose entre una nueva coaster o una dark ride, prefiero la segunda porque, a pesar de que me encantaría la rumoreda flying coaster, otra dark ride de este nivel ampliará la oferta del parque (algo necesario) y lo pondrá muy por encima del nivel actual.