"Pues ni tan mal"

En esta vida todo es un juego de expectativas y, en ese sentido, Terra Mítica lo tenía muy fácil para complacerme. Me lo habían pintado como un parque totalmente decrépito, yo iba mentalizado de pasar 'Un día en Horrorlandia' y... mira, tampoco es eso.

Para empezar, la situación privilegiada que tiene el parque y su disposición en distintos niveles hace que, en general, tengas unas vistas magníficas. La tematización, que evidentemente ha visto tiempos mejores, es bastante bonita. Y sí, es verdad que el mantenimiento podría ser mejor, pero eso es algo que creo que se aplica a casi todos los parques españoles. Hasta los bien gestionados necesitan capitas de pintura, retoques o animatrónicos nuevos que nunca llegan.

En cuanto a la oferta de atracciones, se queda un poco corta en el apartado de montañas rusas... pero yo encontré flats muy disfrutonas que lo compensaron. A esto le sumas que no había gente apenas, pese a ser un sábado de agosto, y el resultado es que en cuatro horas me había subido en todo, en algunas repetido, y sin haberme cansado apenas.

Da pena ver que Terra Mítica, debido a su situación económica y sus idas y venidas políticas, tiene un potencial que no se explota del todo (la gastronomía, por ejemplo, es algo terrorífico, igual que en Aqualandia) pero para pasarlo bien un día, a mí me sirvió.