¡Review de The Smiler calentita, recién salida del horno y aún quemando! Eso sí, si queréis que la atracción sea una total sorpresa, esperad y no os leáis aún esta review, ya que puede contener spoilers. Yo intenté no mirar fotos ni videos, ¡y el esfuerzo vale la pena!

The Smiler lo definen como un dispositivo de reacondicionamiento personal, en el que mediante una serie de fases tu cuerpo y mente serán corregidos.

Tampoco es que The Smiler tenga grandes secretos que esconder,  ni una tematización abundante, pero en realidad no le hace falta. Lo que impresiona es la atracción en sí, el entrelazado de las vías, como pasa más de un tren a la vez por el recorrido... Y todo esto por encima de tu cabeza, ya que las colas están situadas debajo de las vías.El elemento que más destaca, como no, es The Marmaliser. ¡Es enorme! En su pantalla gigante puedes ir viendo el proceso de marmalisation y diferentes secuencias, y en cada una de las patas te explican qué proceso realiza el elemento que sostiene:  "the flasher" , "the giggler" gas de la risa, "the ticker" unos rodillos que te hacen cosquillas, the "hypnotiser",  y "the inoculator", unas jeringuillas que cuando pasa el tren inyectan a los pasajeros alguna sustancia. No le hace falta más theming, tiene el justo y necesario, pero bien elaborado y realístico, y combina muy bien con la coaster.

Vale la pena hacer la cola normal para poder disfrutar de los mil y un ángulos y vistas de la atracción, que nunca se acaban. Además si os habéis descargado el juego, podéis conseguir más elementos extra escaneando los códigos que se encuentran por allí.

Una vez acaba la zona outdoor, entras en el edificio, donde se encuentra un test visual: en todas las paredes hay diferentes ilusiones ópticas creadas con maping. Incluso hace gracia cuando dan alguna advertencia por los altavoces, ya que empiezan con "Attention all advocates..." Todos los empleados están metidos en su papel de locura: algunas te miran serios hasta que te sonríen, otros te asustan, te persiguen riendo como locos... Y unas escaleras con barandillas iluminadas te conducen a la estación de Smiler: es muy ámplia y luminosa, y destaca el operador de la mesa de control.

Una vez ya montados, te animan a levantar las manos y chillar, se encienden unas luces, unos flashes... Y el tren arranca en una curva con pendiente y el elemento secreto del que tanto se especuló. Qué será, qué no será...

Y llegas al primer lift, con unos mensajes en las paredes "HA HA HA ->" y se empiezan a escuchar muchas risas diferentes, hay juegos de luces... Y empiezas a subir-lo. Hay seis inversiones por delante, muy suaves y en las que disfrutas un montón, ya que algunas están seguidas y entre otras hay un airtime alucinante. El drop tampoco es que sea a los que estamos acostumbrados, ya que no es totalmente recto, sino que empieza con curva y una primera inversión, y poco a poco vas descendiendo. Cuando llegas a la mitad del recorrido, el mensaje de "you are half way corrected" te da la bienvenida, para continuar con un lift vertical y otro tramo mucho más intenso, tanto en velocidad como inversiones. Incluso hay una un pelín brusca para mí (creo que es el trozo donde hacía rollback, tengo que mirar aún el vídeo) que si no estás atento te clavas el arnés en el cuello.

La experiencia es alucinante: ¡14 inversiones! Y al final acabas sonriendo en todo el recorrido, y después de éste. Es una montaña rusa de sensaciones, hay que ir con esa mentalidad, ya que no tiene ni el drop más largo, ni con más inclinación... Pero el recorrido, las sensaciones, todo el layout... Son únicos y una completa locura.

Y como no, después encontramos la tienda, bastante enorme y con una gran cantidad de artículos de recuerdo: gorras, bolígrafos, imanes, pins, llaveros, gafas con ojos de Smiler, osos de peluche, camisetas... Aunque éstas eran un poco exclusivas: las negras con el logo eran solo de chica (aquí me acorde de @beateruel , que todas las camisetas molonas eran modelos femeninos) y algunas tallas que les quedaban ya eran de las XXL. La tienda también está llena de locuras: los focos son cámaras de vigilancia, hay pantallas en las cuales te colocan gafas, gorras, te conviertes en un muñeco con música de Psicósis de fondo... Está pensado para que rías hasta el último momento. Un 9.8 por la currada de la historia y los elementos, que hacen que la coaster destaque por encima de todas las otras, y ya no tan solo por ser la primera en el mundo con 14 inversiones. ¡Bravo Alton Towers!

 

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