El sueño de un político

En enero de 1996 Alfredo Sánchez Bella, de la empresa Grand Tibidabo, se dirigió al concejal de urbanismo de Madrid para plantearle un proyecto formidable: liderar la construcción de un parque temático en Madrid. Grand Tibidabo había sido uno de los promotores de PortAventura, pero tras una serie de irregularidades, fue expulsada del proyecto. El entonces alcalde de la capital, José María Álvarez del Manzano, se convenció de que Madrid debía tener su propio parque temático; estuvo meses promulgando su intención de crear un parque temático en Madrid, y se dedicó a buscar un terreno en el término municipal de la capital para construir el parque; primero se decidió por Ensanche de Vallecas, pero luego acabó por decidirse por un terreno cercano al aeropuerto de Barajas. Todo iba viento en popa para el proyecto de Álvarez del Manzano, hasta que algo sucedió.

En septiembre de 1996 los diarios se hicieron eco de una noticia que desconcertó a todo el mundo. La Comunidad de Madrid había comprado durante el mes de julio una finca rústica de nada menos de 549 hectáreas de suelo en el municipio de San Martín de la Vega, a través de una empresa pública, Arpegio. Así lo ordenó el entonces presidente Alberto Ruiz Gallardón, y lo hizo en secreto para que nadie pudiera especular con los terrenos ¿Cuál fue el objetivo de esta compra? Levantar la llamada Ciudad del Ocio, un complejo que incluiría un parque temático, hoteles y hasta un centro comercial en el sur de Madrid. Fue en ese momento cuando se creó la rivalidad entre Álvarez del Manzano y Gallardón: ambos ansiaban levantar su propio parque temático en Madrid; no sería posible hacer realidad los dos proyectos, y Gallardón se había adelantado con la compra de los terrenos. Pero, ¿por qué en el sur? "Nuestra obligación es conseguir el reequilibrio territorial; por eso llevamos la universidad al sur y el parque de ocio al sureste", aseguraban fuentes del gobierno. Tras conocer la intención de la Comunidad de tener su propio parque temático, Grand Tibidabo también se ofreció para colaborar en el proyecto, oferta que no prosperaría. 

En noviembre de 1996 la Comunidad comenzó a buscar inversores que aportasen capital para hacer el proyecto realidad. Para demostrar la sostenibilidad del proyecto se contrató a la empresa anglosajona Era para que realizase un estudio de viabilidad económica del proyecto. Al mismo tiempo, la Comunidad se puso en contacto con los 10 mayores operadores de parques temáticos del mundo, todos ellos asentados en América y Europa. Los candidatos se redujeron a los tres mayores operadores de parques temáticos del mundo en aquel momento (excluyendo a Disney): Universal, Paramount y Time Warner.

El 30 de octubre de 1997 se hizo oficial la elección del gobierno regional: Time Warner (hoy conocido como WarnerMedia), "la Warner" para los amigos. El encargado de la negociación fue el consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, Luis Eduardo Cortés, quien hubo visitado parques de Alemania y Estados Unidos para conocer más a fondo la propuesta de Warner. En realidad, lo que se firmó fue un pre-acuerdo, pues todavía quedaban pendientes numerosos estudios de carácter geológico, técnicos, económicos y jurídicos, entre otros, antes de poder firmar un acuerdo definitivo. En 1997 la Comunidad inició también, junto con el Ayuntamiento de San Martín de la Vega, la modificación de las normas subsidiarias, el plan parcial de desarrollo (que se aprobó en septiembre) y el estudio de impacto medioambiental.

La colaboración con Warner nació en un contexto de verdadero auge de parques de ocio en nuestro país. Ese mismo año, hace escasos meses acababa de abrir el parque Isla Mágica en Sevilla; por otra parte, Universal Studios Inc. mostraba interés por expandirse en el sector de los parques de ocio en Europa y, tras no prosperar su propuesta para gestionar el parque de la Comunidad de Madrid, pusieron su mirada en otro parque español: PortAventura (ya sabemos cómo acabó esa historia); por último, en la costa este de la península, otro político del Partido Popular, Eduardo Zaplana, estaba promoviendo otro parque temático en la costa alicantina: Terra Mítica. 1997 era el boom de los parques temáticos en España, y Time Warner vio en este contexto una oportunidad de éxito, por eso no lo dudó ni un momento para formar parte del sueño del presidente.

En abril de 1998, se produjo un destacable giro de los acontecimientos que afectó indirectamente al proyecto. Six Flags, la mayor cadena de parques de atracciones de EEUU, era propiedad de Time Warner (49% de las acciones) y Boston Bentures (51%). Pero Time Warner sufría una crisis económica interna muy fuerte y se vio en la obligación de vender su participación de Six Flags a Premier Parks por $440 millones. Premier Parks se hizo con el 100% de Six Flags al comprar también la participación Boston Ventures, en una operación que alcanzó los $1,9 mil millones. Hasta ese momento, como Time Warner era propietario de Six Flags, la cadena podía hacer uso libre de los personajes Warner Bros. en sus parques, pero al producirse la venta, Six Flags tuvo que empezar a pagar a Time Warner por hacer uso de sus marcas. 

En septiembre de 1998 terminó el periodo de alegaciones al proyecto, último trámite antes de poder iniciar las obras. Solo hubo cuatro alegaciones: dos de grupos ecologistas y dos de asociaciones yeseras. Y es que el terreno estaba destinado a la extracción de yeso; de hecho, más del 90% del yeso consumido por la Comunidad se extrae en estos terrenos; varias empresas tenían los derechos de explotación sobre la finca, las cuales exigieron nada menos que 10.000 millones de pesetas en compensación por dejar las explotaciones afectadas. Finalmente, la Comunidad se vio obligada a indemnizar a las empresas, aunque con una cifra mucho menor a la exigida, 400 millones de pesetas.

El 20 de enero de 1999 Time Warner firmó con la Comunidad de Madrid el acuerdo definitivo de desarrollo del parque temático. Según el acuerdo, Time Warner desarrollaría el diseño conceptual del parque temático que había elaborado Arpegio para los estudios de viabilidad y gestionaría el parque una vez abierto; Time Warner recibiría por ello una cantidad fija, además de un porcentaje sobre los beneficios. Warner también aceptó que la sociedad de accionistas del parque temático saliera a bolsa en un futuro. Según el acuerdo, el proyecto estaría acompañado de un futuro desarrollo de hoteles, centros comerciales y otros servicios, también explotado por Time Warner. El parque sería el mayor parque temático de Europa tras Disneyland París y el tercer parque Warner del mundo, junto a los existentes en Alemania y Australia.  El parque estaba previsto para abrir en marzo de 2002 (acabó abriendo a principios de abril de 2002). 

En marzo de 1999, aunque todavía no se había reunido el capital necesario para el proyecto, Arpegio sacó a concurso la pavimentación, saneamiento, alumbrado y movimiento de tierras de los terrenos del parque. También se hacía necesario el soterramiento de una línea de alta tensión que atravesaba los terrenos, lo cual se comenzó a hacer casi de inmediato gracias a las facilidades con los trámites por parte del ayuntamiento de San Martín de la Vega.

El 29 de abril de 1999 se creó la Sociedad Parque Temático S.A., el organismo que aglutinaba los distintos inversores del parque presidido por el consejero Luis Eduardo Cortés. Sobre esas fechas se anunció el nombre del parque: Warner Bros. Movie World, un nombre, según la prensa, sería difícil de aprender para la sociedad española. 

¿Recordáis la venta de Six Flags por parte de Time Warner a Premier Parks? Time Warner no podía gestionar un parque temático sin Six Flags, pues esta empresa era la que tenía todo el saber hacer de la gestión de parques de atracciones. Por ello, en 1999 Time Warner y Premier Parks alcanzaron un acuerdo por el cual Premier Parks se encargaría, a través de Six Flags, de la gestión del parque temático y podría hacer uso libre de las marcas Warner Bros. a cambio de la participación conjunta del accionariado del parque con Time Warner.

El accionariado de la Sociedad Parque Temático S.A. se acabó repartiendo de la siguiente manera:

La participación de NH y el Corte Inglés en el accionariado del parque se explica porque la intención inicial era de la construcción de hoteles de la cadena hotelera y un centro comercial de El Corte Inglés en las 151 hectáreas que rodean el parque, como explicó el director de operaciones del parque en un programa de televisión.

Inicialmente el accionariado reunió 60 millones de euros, pero el coste del parque acabó por alcanzar los 395 millones de euros, de los cuales la Comunidad de Madrid aportó más de 156 millones de euros (el 40%). No obstante, el Gallardón anunció la intención de la Comunidad de vender sus acciones a empresas privadas "cuando lo estime oportuno, lo que puede ser desde unos meses hasta unos años", dijo Gallardón. Las plusvalías que se obtuvieran se pondrían "al servicio de las necesidades de desarrollo de los madrileños, captando nuevos apoyos e inversiones para ayudar a Madrid a seguir creciendo", en palabras de Gallardón en la inauguración del recinto.

¿Qué interés tenía Time Warner en construir su parque en Madrid? Nicholas Winslow, presidente de Warner Bros. Recreation Enterprises, explicó en una entrevista a La Razón en 1999 que Warner aceptó el proyecto de Madrid por varios motivos: primeramente porque no debían poner casi nada de dinero, después de todo era la Comunidad de Madrid la que promovía el proyecto e iba a aportar la mayor parte del capital; pero también influyó la buena red de comunicaciones y transportes de Madrid, la gran cantidad de población que residía en los alrededores (lo que se traduce en potenciales visitantes), el hecho de que Madrid era en ese momento la segunda ciudad del mundo que más turistas recibía cada año y que España era el segundo mercado del mundo en consumo de productos Warner. En la misma entrevista Windslow adelantó cómo se estructuraría el parque a grandes rasgos, es decir, sus áreas temáticas, y que las atracciones del parque serían algo completamente distinto a lo que el público madrileño estaba acostumbrado.

El proyecto no estuvo exento de opositores: el portavoz de Izquierda Unida en la asamblea, Juan Ramón Sanz, calificó el desarrollo del parque como "operación inmobiliaria especulativa" y que se estaba desviando fondos públicos a una empresa norteamericana. Ángel Pérez, otro diputado de Izquierda Unida en la Asamblea, dijo "Hay que felicitar a Time Warner porque, además de Bugs Bunny y el Pato Lucas, cuenta desde este momento con Ruiz-Gallardón en el papel del Mirlo Blanco. El gobierno regional está empleando el territorio de los madrileños para favorecer la especulación de negocios privados, puesto que la Warner sólo tiene que venir, colocar los muñequitos, colonizar culturalmente este país un poquito más y llevarse los beneficios a cambio de generar empleo precario". El PSOE en la Asamblea de Madrid apoyó el proyecto pero criticó el error de usar unos terrenos sobre los que unas empresas tenían unos derechos de explotación; por su parte, el grupo socialista en el Ayuntamiento de San Martín de la Vega apoyó ciegamente el proyecto desde el principio. Quien estuvo radicalmente en contra del proyecto fue el Parque de Atracciones de Madrid; Alonso López, gerente del parque, denunció que "la inversión pública en complejos de ocio es contraria a la legislación europea", por ello presentó una denuncia contra el proyecto a través de la Federación de Parques Europeos de Ocio. Irónicamente, Parques Reunidos, que por aquel entonces ya gestionaba el Parque de Atracciones de Madrid, acabaría pocos años después gestionando Parque Warner, que hoy en día es el parque más rentable de la compañía.

Diseño del parque

Del diseño del parque se encargó un equipo de experimentados diseñadores temáticos; todo lo que hay en el parque, desde lo más grande hasta lo más pequeño, desde el recorrido de una montaña rusa hasta el color de una baldosa de suelo, es fruto de los trazados de los lápices de este grupo de personas. Inicialmente, cuando Time Warner todavía se encargaba del desarrollo del proyecto, el hombre que dirigió el equipo de diseñadores fue Larry Wyatt, en calidad de vicepresidente de International Recreation Enterprises, el organismo de Warner Bros. Entertainment que se encargaba de diseñar el parque. 

Diseño conceptual del área de Gotham City en DC Superheroes World. Imagen de wyattdesigngroup.com

Cuando Time Warner y Six Flags firmaron su acuerdo en 1999, Warner se apartó del proyecto y con él, Wyatt. Entonces Wyatt fue sustituido por Robin Hall, quien hasta entonces era un diseñador más y en ese momento se convirtió el diseñador jefe de Six Flags; Hall se encargó también del storyboarding de Batman Knight Flight, la calle de Nueva York de Warner Bros. Studios y de la tematización de numerosas otras atracciones del parque, entre otros diseños. El traspaso del proyecto no solamente implicó cambios en el liderazgo, sino en la relación del parque respecto a la marca Warner: el parque pasaba de ser un proyecto de la casa a un proyecto que hacía uso de una propiedad intelectual ajena a través de licencias, y ese fue un sutil pero importante cambio, porque desde entonces Warner cambió sus criterios y hubo que rediseñar prácticamente todas las atracciones y reorganizar el equipo y sus tareas. Por ejemplo, Bruce Green, otro diseñador del proyecto, relata que en un principio se le encomendó diseñar tan solo 7 atracciones y, con el traspaso del proyecto, acabó por ser responsable del diseño de todo parque en conjunto.

Diseños conceptuales de: Los Carros de La Mina (arr. izq.), Tom & Jerry (arr. der.), Catwoman en Batman Knight Flight (aba. izq.) y atracción tipo tazas de té de Mr. Freeze (aba. der.). Fuente: Flickr Robin Hall.

Otros actores del proceso de diseño del parque fueron el grupo Cuningham, Estudio de Dos o Habben/Herman design office, que colaboraron muy activamente como consultores o diseñadores del parque.

Warner Bros. Movie World Madrid se concibió desde el primer momento como el parque de ocio más completo de España, con un surtido de atracciones muy equilibrado y con atracciones suficientes para todos los públicos. Aunque el parque es moderno, el diseño toma algunos elementos de otros parques Warner y Six Flags; por ejemplo, la atracción de agua Río Bravo tiene un recorrido idéntico a una atracción similar en Warner Bros. Movie World Australia; la entrada del parque tiene una arquitectura que es de clara inspiración de Six Flags México; el parque emplea el ascensor de Superman: la Atracción de Acero como weenie, una técnica de diseño temático típicamente usada por Six Flags; la montaña rusa Batman: la Fuga es un clon de las otras muchas montañas rusas de Batman que Six Flags tiene en sus parques de EEUU. Estos y muchísimos otros ejemplos del diseño hacen patente que se buscó integrar lo mejor de los parques Warner y Six Flags existentes del mundo. Como resultado, el parque nació como uno de los parques temáticos más vanguardistas, modernos y completos de europa, tal vez solamente superado por Disneyland París en aquel momento.


Mapa conceptual del parque en las últimas etapas de diseño. Fuente: Latincoasters

En cuanto a la experiencia del visitante, el parque se hizo a semejanza de los parques americanos, ignorando casi por completo los gustos y costumbres españolas. Por ejemplo, se creó una guardería de mascotas, ya que en América es típico ir a un parque temático acompañado de la mascota de uno, pero en España esto no es así, con lo que este servicio acabó cerrando; los nombres de las áreas temáticas y de muchas atracciones estaban en inglés, así como el nombre del propio parque, algo que creaba mucha confusión, lo que acabó provocando que se cambiase el nombre del parque a Parque Warner Madrid; el parque estaba diseñado con muy pocas sombras y fuentes de agua, con lo que en 2005 se contrató una consultora de parques temáticos española, Global TLA, que ayudó a rediseñar algunos espacios del parque para mejorar la experiencia del visitante.

El 6 de julio de 2000, Gallardón presentó el diseño al completo en la Exposición Universal de Hannover, Alemania. A pesar de que se presentó como el proyecto definitivo, posteriormente se hicieron numerosos cambios. Lo que permaneció inmutable fue la distribución y la temática de las 5 áreas que componen el parque: Hollywood BoulevardCartoon VillageWarner Bros. StudiosThe Wild West (finalmente sería denominada Old West Territory) y Superheroes (finalmente sería denominada DC Superheroes World). El parque estaría compuesto por 24 atracciones, 3 áreas de juegos, 8 espectáculos, 14 restaurantes y 17 tiendas. 

Proyecto Warner Bros. Movie World Madrid presentado en la Exposición Universal de Hannover. Fuente: ABC

El 3 de abril de 2001, el presidente autonómico presentó oficialmente la maqueta definitiva del proyecto, expuesta en un centro de interpretación. Dicha maqueta está hoy en día expuesta en las oficinas del parque. Entre los cambios respecto al proyecto anterior, destacan el cambio de nombre de algunas atracciones (por ejemplo, lo que inicialmente se llamaba ACME Factory, abrió como El Tour de la Fábrica ACME); otras atracciones cambiaron de diseño (por ejemplo, Superman: la Atracción de Acero, que mide 50 metros de altura, iba a medir 65 metros de altura e iba a tener un recorrido completamente diferente); unas atracciones desaparecieron del proyecto, como La Fábrica de los Monstruos, mientras que otras que no estaban contempladas inicialmente acabaron por incluirse, entre las que destacan 2: Tom y Jerry era una atracción que Six Flags había comprado con anterioridad y estaba destinada para instalarse en Six Flags Over Texas, pero nunca llegó a instalarse (estuvo un año almacenada en el parking de trabajadores) y Six Flags decidió instalarla en el nuevo parque madrileño. Novedad fue también la inclusión de una montaña rusa que hoy en día conocemos como Stunt Fall pero que en su día estaba a punto de llamarse Twister y e iba a ser de color verde; Six Flags ya tenía comprada esta atracción y tomó la decisión de instalarla en el parque madrileño.

La maqueta definitiva del parque. Imágenes de Latincoasters.com

Construcción del parque

El 13 de mayo de 1999 es cuando se colocó la primera piedra, un acto que simbólicamente daba comienzo a la construcción del proyecto. Al acto acudieron, además de Gallardón, la consejera de Sanidad, Rosa Posada, el alcalde de San Martín de la Vega, Juan Carlos Vállega, y, en representación de Time Warner, Sandorf E. Reisenbahc y Nick Winslow. En la piedra se guardaron periódicos americanos y españoles, monedas de ambos países y un par de zanahorias, el alimento preferido de Bugs Bunny.

En julio de 2000 ya se estaban haciendo movimientos de tierra, se instalaron las redes de servicio y se trabajaba en las zonas de aparcamiento, así como los edificios de logística. El 21 de marzo de 2001 se dieron por concluidas todas las infraestructuras del área de apoyo logístico, que incluyen el almacén central, la cafetería de personal, los edificios administrativos y todas las infraestructuras de formación al personal, apoyo a espectáculos, contadores y talleres de mantenimiento y jardinería.

Terrenos preparados para la construcción del parque. Imagen de Parque Warner.

La primera de las atracciones en ser construida fue La Venganza del Enigma, puesto que las grúas de su instalación requerían de mucho espacio para poder maniobrar adecuadamente; de hecho, en la imagen superior se puede apreciar cómo lo único construido del parque eran las cimentaciones para dicha atracción (los tres agujeros en el centro del terreno). En julio de 2001 cerca de la mitad de las atracciones del parque ya estaban construidas y listas para operar, incluyendo Batman: la Fuga, Superman: la Atracción de Acero y La Venganza del Enigma; además, cerca del 20% de los árboles ya estaban plantados. La fabricación de las atracciones se encomendó a empresas líderes en el sector: Bolliger & Mabillard, Intamin, Vekoma, Zamperla, Huss Rides, S&S, RCCA, Zierer y SimEx-Iwerks. Solo hubo una aportación española a la colección de atracciones del parque: Cine Tour, de la mano de Martín Atracciones.

La primera área en terminarse fue Hollywood Boulevard, que hace las veces de pasillo de entrada. En diciembre de 2001 se terminó la construcción de dos áreas del parque: Cartoon Village y Movie World Studios. A finales de enero de 2002 culminó la construcción de otras dos áreas temáticas: The Wild West (que finalmente adoptaría el nombre de Old West Territory) y DC Superheroes World. De esta manera el parque entraba en su etapa final: la de formación de los 1.600 trabajadores y la instalación de los servicios.

Construcción de Coaster Express (arriba) y de Batman: la Fuga (abajo). Imágenes de Parque Warner

Los últimos trabajos que se realizaron fueron aquellos relacionados con mobiliario, decoración y jardinería del parque. Un total de 10.000 árboles componen las 10 zonas ajardinadas, algunos de ellos fueron importados de Australia, Argentina y Canadá. También se importaron los coches de época que descansan en las calles del parque. La tematización fue un trabajo imprescindible del parque. Entre las empresas que jugaron un papel importante en esta fase de la construcción se encuentran Amusement Logic, Caballo de Troya, Emedoble o Acciona.

Por desgracia, la construcción del parque no estuvo exenta de graves accidentes. El 5 de mayo de 2001 un trabajador murió al golpearse con una viga mientras realizaba un trabajo de soldadura. El 22 de mayo de 2001 otro obrero resultó gravemente herido al caer desde unos 8 metros de altura, sin fallecer. El 17 de enero de 2002 murió un segundo obrero al ser aplastado por una carretilla que transportaba maderas para la construcción de la montaña rusa Wild Wild West.

Durante las últimas semanas previas a la apertura, se realizaron diversas pre-aperturas que permitían a los trabajadores tener cierto rodaje y refinar las operativas del parque. La pre-apertura más numerosa fue la del viernes 29 de marzo, una semana antes de la inauguración del parque, que acogió 22.000 personas, la mayor parte de ellos vecinos de San Martín de la Vega. Vecinos de pueblos alrededores y estudiantes de colegio también pudieron disfrutar del parque en estas pre-aperturas. Todo estaba listo para la apertura salvo por dos atracciones estrella: Río Bravo y Stunt Fall, que abrirían más tarde.

La construcción del parque también estuvo acompañada de una nueva línea de Cercanías, la C-3, que conectaba Atocha con San Martín de la Vega y tenía una parada frente al parque, y una nueva carretera, la M-506, que conecta la localidad de Pinto con el parque; ambas infraestructuras tuvieron un coste de 95 millones de euros. La autopista abrió al tráfico el 1 de abril, mientras que la línea de Cercanías se inauguró el 4 de abril.

Inauguración

El viernes 5 de abril de 2002 se celebró la ceremonia de inauguración. 10.000 personas acudieron invitadas a un evento ambientado como un estreno de Hollywood y titulado "Noche de Estrellas". Los invitados de honor fueron la actriz americana Bo Derek y el actor francés Christopher Lambert, que estuvieron en compañía de altos directivos de Six Flags y Warner Bros., así como el equipo de gobierno de la Comunidad de Madrid; visitantes destacados fueron el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón (PP), el Vicepresidente de la Comunidad, Luis Eduardo Cortés, los alcaldes de Madrid, Jose María Álvarez del Manzano (PP), y de San Martín de la Vega, Juan Carlos Vállega Férnandez (PSOE), el Delegado de Gobierno de Madrid, Francisco Javier Ansuategui, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez y el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Fernando Fernández Tapias, el presidente de la Asamblea de Madrid, Jesús Pedroche y el presidente de Renfe, Miguel Corsini.

Fue Gallardón quien inauguró el parque. El presidente autonómico llegó al recinto junto con las demás autoridades a bordo de un tren de la nueva línea de Cercanías que conectaba el parque con la estación de Atocha, y al llegar fue recibido por el alcalde de San Martín de la Vega. El presidente pronunció unas breves palabras en las que destacó que "teníamos la ambición de que Madrid tuviese algo que le faltaba: una oferta de ocio que generase empleo. Entonces decidimos poner en marcha, con el esfuerzo de todos, una tarea que entonces parecía imposible"; dijo también que el parque "ha cumplido el objetivo que pretendíamos: reequilibrar el sur de la región" . Habló también el alcalde de la localidad, Juan Carlos Vállega, quien dijo que "al principio, la idea de contar con un parque temático fue acogida con incredulidad por los vecinos. Pero la fábrica de sueños ha abierto sus puertas". El director del parque calificó al parque como "el mejor parque temático del mundo". Al acabar los discursos, Gallardón tomó un mando marca ACME y tras una cuenta atrás, pulsó el enorme y único botón rojo que simbolizaba la inauguración del parque, lo que desencadenó una lluvia de fuegos artificiales y la ovación del público.

Tras dar el recinto por inaugurado, a las 21:30 todos los invitados pudieron entrar y disfrutar del parque. La noche estuvo algo pasada por agua, por lo que se repartió chubasqueros y paraguas a todos los invitados. Los personajes Warner y diversas actuaciones de calle acompañaron y amenizaron a los invitados durante toda la gala.

La "Noche de Estrellas" también contó con su propio programa de televisión que se emitió simultáneamente desde las 22:00 horas en Telemadrid y TVE-1 y se tituló "Gala Warner". El maestro ceremonias fue Ramón García, que estuvo acompañado de Hugo de Campos, quien hizo de reportero por todo el parque. El acto central de la gala fue el concierto con actuaciones de diversos artistas españoles del momento, entre ellos Miguel Bosé, Estopa, Azúcar Moreno, Café Quijano, Zucchero. Ketama y Malú. Además, ese día el espacio "Crónica Madrid" de RTVE hizo un programa dedicado al parque y Telemadrid hizo una programación especial de más de 7 horas dedicadas casi exclusivamente a la inauguración del parque temático, entre las que se encontraban "El Círculo a Primera Hora", "Buenos Días Madrid" y "Telenoticias".

Inicio de las operaciones del parque

El sábado 6 de abril de 2002, Warner Bros. Movie World Madrid abrió finalmente sus puertas al público general. Con el recinto inaugurado, la Comunidad de Madrid se echó a un lado y dejó que Six Flags tomase las riendas de su gestión, como estaba acordado. El primer director del parque fue Tom Mehrmann, quien tenía una amplia experiencia en gestión de parques de ocio tras ocupar cargos directivos en Knott's Berry Farm y Six Flags Discovery Kingdom; al mando de las operaciones del parque se encontraba Armando Uría, quien ya tenía experiencia trabajando con Six Flags y el público hispanohablante porque lideró la transformación de Six Flags México cuando fue comprado por Six Flags en 1997. Tanto Mehrmann como Uría estuvieron al frente del parque hasta 2004. Parte del primer equipo directivo fue también Mónica Espinosa de los Monteros, que ejerció de directora de marketing. 

Al poco después de la apertura abrieron las dos únicas atracciones que no estaban listas el día de la inauguración. Río Bravo abrió el 22 de julio de la mano de Coyote Dax, y más tarde, el 8 de agosto, abrió Stunt Fall con Santiago Segura como padrino (aunque este finalmente decidió no montar). 

El parque cerró la primera temporada con 1.600.000 visitantes el primer año, un millón menos de los previstos. En los años siguientes la cosa se complicó más de lo que nunca se pudo preveer: Six Flags abandonó la gestión del parque y la persona que más aversión le tenía al Parque Warner acabó siendo su máxima responsable. Esperanza Aguirre. Pero eso es otra película.

Primer plano del parque. Abre la imagen en una nueva pestaña para verla en tamaño grande.

Algunas cifras y previsiones del parque. Elaboración propia.

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