Pues si, eso es lo que le pasó a Emma Basset, que salvó su vida por subir a una montaña rusa del parque de atarcciones Thorpe Park, en Surrey, Reino Unido. Esta chica, estaba apunto de morir por un tumor cerebral.

Cuando se montó en la montaña rusa, Emma no podía imaginar el poco tiempo (insisto ¡horas! -según el equipo médico-) que le quedaba de vida. Dos días más tarde tenía cita en el hospital para averiguar porqué padecía mareos y dolor de cabeza. En esa cita se reveló que tenía un enorme tumor en el cerebro que había estado a punto de matarla bloqueando el riego sanguíneo. La agitación que "sufrió" en la montaña rusa, con sus rápidos giros, alivió la presión, lo que le concedió apenas unos días de ventaja sobre la muerte. Tiempo suficiente como para permitir una operación de urgencia y salvar su vida. Salió bien, gracias a la pericia del equipo y a los avances.

Así lo redacta la pagina web magufos.com  

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