¿Eres de esas personas que les llama la atención los sitios abandonados? ¿Te parece una injusticia increíble que se malgasten fondos públicos en proyectos faraónicos? La historia del parque de atracciones abandonado que viene a continuación es entonces para ti.

Hay muchos parques que han caído en bancarrota por razones económicas, sociales o por accidentes en atracciones que han marcado el fin de su existencia. 

Pero hoy no te voy a hablar de cualquier parque, sino del segundo parque temático abandonado más grande del mundo, y más grande de Europa en estado de abandono. La naturaleza lo ha invadido todo desde que cerró indefinidamente. Hablo del parque de atracciones Wonderland Eurasia, ubicado en Ankara, capital de Turquía. 

Este parque iba a ser el gran sueño de la ciudad de Ankara, pero ahora mismo solo te va a dar escalofríos. Sigue leyendo esta historia de decisiones mal tomadas y problemas para descubrir los detalles de cómo acabó abandonado.


Destinado a tener una oferta que duplica la de Europa Park

Wonderland Eurasia fue un grandioso proyecto público que comenzó en el año 2013 gracias a Melih Gökçek, antiguo alcalde de la ciudad de Ankara.

La idea inicial era aumentar la oferta turística de la ciudad y de la zona, teniendo actualmente 5 millones de turistas anuales y con el propósito de llegar a los 10 millones de turistas gracias al parque temático.

La oferta del parque se basaba en 17 montañas rusas de todo tipo de intensidad, con 104 atracciones en total, muchas más que Europa Park que tiene unas 72.

Desde un principio el proyecto ya comenzó mal. Ni las cámaras de comercio de la zona ni los ciudadanos de Ankara lo veían con buenos ojos.

En 2018, con el parque completado hasta un 90%, pasó a manos de una empresa privada que consiguió arrendar y disponer de permisos comerciales. En ese momento, los gestores del parque no sabían la pesadilla que se les venía encima.

Fue inaugurado a principios de 2019 después de una inversión total de 750 millones de euros y muchos intentos fallidos de abrir el parque.

Todos estos datos no son nada comparado con lo que te voy a explicar a continuación, la verdad que a mí me ha dejado impresionado.


7 meses en funcionamiento ofreciendo una experiencia muy pobre

Muchos visitantes en la inauguración se dieron cuenta de que muchas atracciones e instalaciones no estaban acabadas, o bien estaban a medio hacer y con un acabado mediocre.

“Es un parque en el que los ciudadanos de Ankara hemos visto como nuestro dinero se malgastaba”,  pone Buğra Akbay, Local Guide en Google.

Aunque también hay buenas críticas del parque, la mayoría son negativas. El dinero inicial del proyecto provenía del estado, hasta que 2018 pasó a manos de empresas privadas. Por lo tanto, repercutió económicamente y emocionalmente a los residentes de Ankara.

Después del incidente que te contaré después, la empresa no pudo afrontar las obligaciones que tenía. Principalmente los pagos de la electricidad, las nóminas de los empleados etc...

Más de 100 empleados dejaron su trabajo por el impago de su nómina, los visitantes no acudieron al parque lo que hizo cerrar el aparcamiento y vallarlo completamente, sólo se podía acceder a pie.

Finalmente, el parque cerró sus puertas 7 meses después de su inauguración, quedando abandonado. Y lo que voy a mostrar para que alucines es su estado actual, no pierdas detalle


Este incidente fue la chispa del fin

A los dos días de su inauguración, una montaña rusa sufrió un pequeño incidente al quedarse el tren parado en medio del recorrido. Los pasajeros tuvieron que ser evacuados levantando sus arneses a una altura considerable y bajando de la atracción a pie.

Los técnicos que analizaron la montaña rusa trás el incidente y además contemplaron que varios defectos en la estructura. El hormigón empleado para la sujección presentaba fallos de diseño. Concluyeron que estos aspectos podrían haber provocado un accidente fatal.

Ese incidente fue la guinda final para no recuperarse económicamente y no poder hacer frente a los gastos operativos.

El parque ya se parece a un escenario de película apocalíptica

Actualmente, el parque está invadido por la naturaleza. Arbustos que crecen y maleza que sumerge las atracciones (o lo que queda de ellas y de los decorados).

Muchos de los componentes de atracciones están literalmente tirados por los terrenos del parque. El enorme lago central está deteriorado y repleto de daños estructurales, las vías del tren que se utilizaban como transporte en el parque están totalmente llenas de hojas y suciedad debido al abandono total de la zona.

Como te puedes imaginar tener un espacio tan grande abandonado ha desencadenado vandalismo e indignación ciudadana...



Vandalismo, malestar social e incertidumbre sobre su futuro

Todos los hechos anteriores han provocado que la sociedad turca pida explicaciones al gobierno. Un proyecto que han pagado con sus impuestos y que acabó transferido a manos privadas posteriormente merece explicaciones. 

Por si fuera poco, al quedar abandonado han tenido lugar actos vandálicos y saqueos. Hay material del parque accesible para cualquiera, dejado a la intemperie, que va siendo destrozado y robado.

La decisión final sobre su futuro la tiene un tribunal de justícia turco. El ayuntamiento de Ankara ha acabado denunciado a la empresa privada que gestionó el parque, pero esta actualmente se encuentra en quiebra.

La voluntad del gobierno de la ciudad es recuperar nuevamente el parque y gestionarlo con fondos públicos. No dan por perdido el proyecto aún. Pero con la llegada de la pandemia todo su futuro es aún más incierto.

Según fuentes oficiales del ayuntamiento de Ankara, las pérdidas económicas van aumentando a medida que se alarga el tiempo de inactividad y abandono. Incluso pueden superar en el futuro los 750 millones de euros (igual que la inversión inicial). Un agujero negro de difícil rescate.


En España los parques abandonados también existen

Sin ir mucho más lejos, en nuestro país también hay parques pequeños españoles que han tenido que cerrar sus puertas por diferentes razones.

Como por ejemplo, el Parque de Atracciones de Artxanda en Vizcaya, que ya inició su desmantelamiento, ha estado muchos años abandonado. El parque Tívoli en Málaga, hace poco cerró por deber 11 millones de euros, teniendo un futuro incierto.

Varios parques acuáticos también se encuentran abandonados como el Aquàtic Paradis en Sitges, Aquópolis San Fernando o el Parque Acuático de Alcocéber, entre otros. Problemas de rentabilidad, experiencias deficientes y falta de visitantes. Ahora son lugares siniestros.




Viendo las imágenes me pregunto ¿cuál es el principal error cometen estas empresas o entidades públicas para que los parques caigan en el abandono y ni si quiera puedan ser desmanteladas las instalaciones?

Si te han impactado las fotos y crees que también le van a interesar a otra persona amigo, pásale el link por Whatsapp, Telegram o Instagram. Seguro que que se queda con la boca abierta.

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