El banco acordó entregar al parque 9 millones de indemnización cuando vendió su 82,7% al grupo francés Looping

Por primera vez Parque Isla Mágica arrojó en 2013 beneficios, aunque lo hizo gracias a las indemnizaciones que CaixaBank entregó a la sociedad cuando vendió su 82,7% al grupo francés Looping South Europe. El parque tuvo unos beneficios el pasado año de 2,8 millones de euros frente a las pérdidas de 3,6 y 4,7 millones de euros que arrojó en 2012 y 2011, respectivamente, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil.

En abril de 2013 la entidad Looping South Europe compró a CaixaBank el 82,7% de Isla Mágica. El acuerdo de compra consistió en que Looping se quedó con la empresa en condiciones muy ventajosas, ya que CaixaBank deseaba deshacerse a toda costa de una compañía a la que había tenido que inyectar en los últimos años muchos millones de euros para evitar su quiebra.

 

Indemnizaciones

En base a ese acuerdo de venta, CaixaBank entregó a Isla Mágica unos 9,2 millones de euros como «indemnización» global con objeto de «cubrir las pérdidas, los riesgos y los costes incurridos en el proceso de reestructuración de la compañía», además de amortizar un préstamo bancario de Caja España. En noviembre de 2013 se firmaron las condiciones finales de venta entre Caixabank y Looping, cobrando el parque la totalidad de las indemnizaciones acordadas, parte de las cuales han sido usadas para pagar despidos, hacer inversiones y pagar créditos.

La reestructuración de la plantilla en marzo de 2013 se justificó por «causas económicas, organizativas y de producción» y supuso el despido de 22 trabajadores, la modificación de contrato a 17 trabajadores, la reducción de horas de trabajo garantizadas y la reducción salarial de todo el personal de la empresa. Actualmente, el parque tiene 162 trabajadores fijos.

 

Condonación de la deuda

Además, el acuerdo de venta incluía que la deuda de 21 millones que Isla Mágica mantenía con CaixaBank y empresas de este banco (como Corporación Empresarial Cajasol) pasara a la entidad Looping (accionista mayoritario del parque), con lo que el banco renunciaba a cobrar esa deuda. Esa cantidad ha sido contabilizada en el pasivo de Isla Mágica como «deudas con empresas del grupo y asociadas a largo plazo» o como «deudas con características especiales a largo plazo», lo que ha provocado la queja de Prodetur, propiedad de la Diputación de Sevilla (accionista con un 1,4% del capital social) al entender que debía figurar como crédito a corto plazo porque puede ser exigida íntegramente en cualquier momento por Looping a Isla Mágica. En octubre de 2013 se ha creado también un grupo fiscal entre Parque Isla Mágica y Looping.

Al comprar Isla Mágica, Looping se comprometió a realizar inversiones por unos 5 millones de euro en un parque acuático, «Agua Mágica», que inauguró este verano y que ha supuesto un nuevo atractivo. Para entrar en el parque acuático los usuarios de Isla Mágica deben pagar 7 euros al margen de la entrada del parque.

 

Menos visitas y consumo

La cifra de negocio del parque fue de 7,9 millones de euros en 2013, un 28% menos que el año anterior. De esa cantidad, 4,6 millones fueron ingresos por accesos al parque y 3,2 millones por consumos internos (merchandising, restauración...). «Por una parte, esta bajada se debe fundamentalmente a la reducción de las visitas y por otra parte al descenso del gasto de los visitantes en el interior del parque», según la empresa, que ingresó también menos por eventos.

«En general, estas circunstancias vienen dadas por el mantenimiento de la adversa situación económica general en el país, la región y la ciudad. También afectó la incertidumbre derivada del proceso de venta de la compañía durante el primer cuatrimestre del año, meses en los que la comercialización del parque de cara a garantizar el cumplimiento de los objetivos es crucial», según la empresa, que admite que «como consecuencia de esta situación se decidió retrasar la venta de pases de temporada y sobre todo la publicación del calendario y de las tarifas», generando todo ello «una importante desconfianza no sólo en la opinión pública y en los clientes directivos, sino también en el sector turístico».

messages.Foto Articulo

0