La marca Barcelona World sigue generando debate. El pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó ayer su rechazo a que el macrocomplejo de ocio utilice el nombre de la capital catalana. Era una propuesta del PP, que recibió el apoyo del PSC, la abstención del Gobierno de CiU y UpB y el voto en contra de ICV.
Pero la teniente de alcalde barcelonesa, Sònia Recasens, afirmó que estarán al lado del territorio en todo lo que puedan ayudar, y resaltó que el pleno no es el órgano competente para autorizar o rechazar el uso de la marca.
Precisamente ayer el consistorio aprobó –en este caso por unanimidad– el reglamento de uso de la marca Barcelona, que el propio Ayuntamiento registró en julio en la Oficina Española de Patentes y Marcas para preservar el prestigio y buena reputación de la ciudad y evitar el mal uso de su nombre.
Recasens subrayó que la marca va ligada a los valores de «innovación, modernidad y progreso» que defiende el Gobierno municipal para Barcelona, y sostuvo que significará un nuevo elemento de competitividad y ayudará a la capital catalana a proyectarse al exterior.
La propuesta del PP incluía un punto en el que instaba al alcalde, Xavier Trias, a promover desde el consistorio y junto al Área Metropolitana y la Generalitat un proyecto alternativo y de inversión a Eurovegas en el en torno de Barcelona.
'Significaba la liquidación'
El diputado al Parlament y cabeza de lista del PP en Tarragona, Rafael Luna, destacó que el nombre «significaba la liquidación definitiva de la marca Costa Daurada», y aplaudió la decisión del pleno de Barcelona, asegurando que «ha impuesto el sentido común delante de los actos centralistas y autoritarios del gobierno de Mas».
Luna recordó que «la marca Costa Daurada, y también la marca Tarragona, llevan muchos años trabajando para hacerse un nombre y comenzar a ser un referente turístico mundial, y no se podía tolerar que la Generalitat las hiciera desaparecer de repente imponiendo un nombre al territorio que no le toca».
Desde que salió a la luz el proyecto, el nombre ha sido cuestionado desde el primer día. De hecho, el ayuntamiento de Tarragona aprobó también rechazar el nombre en el pleno del pasado 15 de octubre.