"El control de aforo en los espectáculos es nefasto"

Está fue mi tercera visita al loro parque. En las dos anteriores, mi experiencia fue insuperable. Sin embargo, esta vez, no he salido con el buen sabor de boca de otras veces.
En primer lugar, estuve en todo momento preocupada, porque en muchos lugares se acumulaba gran cantidad de gente, y no había nadie que controlará que las personas fueran viendo cada animal, sin permanecer demasiado tiempo y sin juntarse diferentes grupos. Expuesto esto, reconozco que es difícil que haya una persona en cada esquina vigilando.
Lo que me parece más fácil, es algo que tampoco hacen, y es que en los espectáculos haya un grupos de "acomodadores" que vayan evitando que unas personas puedan sentarse demasiado cerca de los que ya están sentados. No creo que se deba controlar el aforo solo por la entrada al enorme parque, sino también en cada sitio donde vaya a permanecer un grupo de personas no convivientes.
Otra cosa que me ha parecido mucho peor que en otras ocasiones, ha sido que los espectáculos son mucho más cortos que las veces anteriores que fui y que en casi todos se proyectaba un vídeo más largo que la actuación de los animales. Esto hizo que saliera con la sensación de haber visto una película en una pantalla y un par de acrobacias (y para ver una pantalla, ya están los cines).
Espero que mi opinión les valga de algo para hacer mejoras, en la medida en la que el covid les permita.