Hace dos días visité por primera vez Warner Beach en la quedada que organizó @vicorrales aquí, en PAC. Era mi primera vez en este parque acuático y quiero compartir aquí mis impresiones.

Para llegar hasta Warner Beach hay que ir por una entrada que está semi-oculta en el parking y atravesar un camino que discurre entre la zona de backstage de Parque Warner. El camino está (malamente) tematizado para disimular lo que realmente es: un vial para los trabajadores del parque. Aquí se hace evidente el primer punto negativo del parque: la ubicación y el acceso al mismo

Al final del camino llegamos a la plaza de taquillas (muy bien tematizada, por cierto). Aquí, tras pasar un control de revisión de mochilas, compramos las entradas. La entrada de adulto cuesta 18€, pero por tener el Bono Parques de todos los parques, tenemos un precio especial de 9€. El chico de taquillas nos informó de la posibilidad de comprar un pase rápido, el Flash Pass, por 9€ cada uno para hacer menos tiempo de espera en los toboganes, pero sabíamos que no iba a ser necesario. Me pareció curioso que el nombre del pase rápido sea el mismo que el del pase rápido de los parques Six Flags, ¿tal vez un guiño a los orígenes del parque?

Nada más entrar alquilamos un par de taquillas, donde dejamos nuestras pertenencias, y fuimos directos a la zona de toboganes del parque. Nos recibió Aquaman, quien con su tridente custodiaba la nueva área de superhéroes de Warner Beach. Como esperábamos, el parque estaba prácticamente vacío, con lo que nos esperaba un día sin colas en las atracciones y de no tener que buscar hamacas libres debajo de las piedras. 

Fuimos a la batería de toboganes más alta, que reúne los toboganes de Superman y Wonder Woman. Primero probamos el tobogán de Superman: el Primer Vuelo. Es un clásico tobogán "de carreras" para hasta cuatro personas; muy divertido, aunque la postura es algo incómoda. Luego hicimos Wonder Woman: Salto al Paraíso, que es un tobogán con flotador para hasta dos personas que coge bastante velocidad en el descenso. El tercer tobogán era Wonder Woman: El Lazo Mágico, este último es el tobogán más intenso del parque; se trata de un tobogán de tipo cápsula que hace un looping horizontal, y os diré que ni la más intensa de las montañas rusas que he probado en mi vida me ha puesto tan en tensión como este tobogán; la sensación de estar atrapado en una cápsula con los pies y los brazos cruzados, con un suelo transparente (pobre del que se le ocurra mirar abajo) y con el conocimiento de que en cualquier momento el suelo se puede abrir para caer al vacío...no es una experiencia para todo el mundo, os lo puedo asegurar, y me lo pensé dos veces antes de repetir, aunque acabé haciéndolo porque el subidón de adrenalina es inigualable. 

Llegó el momento de seguir con la segunda batería de toboganes: la del universo Batman. En la entrada nos reciben unas figuras de Batman, Harley Quinn y Joker, este último con una pistola de agua en mano. Nuestro primer tobogán fue Batman: la Sombra del Murciélago, y me encantó el detalle de que el nombre del tobogán sea un homenaje a la difunta atracción homónima que había un Parque Warner hasta hace pocos años; este se convirtió de inmediato en mi tobogán favorito del parque: es divertidísimo de principio a fin (de hecho, las dos partes más divertidas están al principio y al final del recorrido), se puede disfrutar con hasta tres acompañantes y tiene efectos especiales sorpresa que me encantaron. Seguidamente hicimos The Joker: el Tubo de la Risa; este se puede disfrutar en solitario o en parejas, y lo interesante que tiene es un embudo que engulle el flotador en el que estás subido; de igual manera me pareció muy divertido.

Para acabar hicimos el tobogán de Harley Quinn: la Huida; está bien, pero no ofrece nada distinto, es tan solo un descenso en un tobogán sin ningún tipo de elemento especial (tan solo un par de luces parpadeantes que apenas se ven porque la luz del día invade el interior del tobogán). Me pareció prácticamente igual al tobogán de Wonder Woman: el Lazo Mágico, que habíamos probado hace pocos minutos, aunque este tiene menos altura y alcanza menor velocidad. Debo añadir que, aunque la mayoría de los socorristas fueron amables y sonrientes, algunos eran verdaderamente secos y desanimados; si en un día con poca afluencia son así de cara al cliente, no quiero imaginarme cómo serán cuando haya colas de una hora y tengan que trabajar bajo más presión.

No puedo seguir relatando nuestra visita sin mencionar algo que nos enamoró por completo: las vistas de Superman: la Atracción de Acero desde las torres de los toboganes. Podéis imaginaros la ilusión que nos hizo ver por primera vez el recorrido completo de una atracción a la que llevábamos montando durante años, pues no es visible desde Parque Warner. La montaña rusa también actúa de telón de fondo de los toboganes, y el resultado es que la ampliación del parque acuático queda muy fotogénica desde muchos ángulos. No dudamos en hacer fotos y grabar videos de los trenes serpenteando por las vías de acero.

Tras probar la zona de toboganes de adultos, tocó ir a Agua Aventura, la zona de toboganes familiares. Me encantó esta zona, los toboganes son sorprendentemente divertidos y hay infinidad de chorros de agua que hacen que te mojes de una forma u otra. Pasamos un buen rato aquí y nos reímos mucho; el agua, por cierto, estaba MUY fría, más que en ninguna otra atracción del parque. Lo que no entendí es que no estuviera tematizado; en Parque Warner, quienes hayáis estado, recordaréis que en Cartoon Village hay unos juegos de agua tematizados como la fábrica ACME, ¿no podría haberse hecho lo mismo aquí?

Tras las risas de los juegos de agua fuimos al Río Lento, un clásico de los parques acuáticos. Me pareció algo soso de tematización, tan solo un par de figuras inertes de personajes que en la mayor parte no reconozco (son personajes Hanna Barbera de la generación de mis padres) y, aunque en la mayor parte el recorrido estaba lleno de plantas, árboles y césped, en algún tramo había una gran superficie de césped artificial, que queda muy pobre. El río en sí es de lo más monótono, me faltaron sorpresas como chorros de agua o alguna bifurcación en el recorrido. Aun con todo, lo pasamos muy bien porque nos supimos divertir entre nosotros y porque el recorrido tiene un único elemento muy divertido: un gran contenedor de agua que se llena cada pocos minutos y levanta una gran ola de agua cuando se vacía.

Eran las 14:30 de la tarde y ya habíamos hecho todas las atracciones del parque. Ahora tocaba la hora de comer. No había mucho entre lo que elegir: hamburguesas, bocatas o pizzas; había también dos food-trucks, pero estaban cerrados (supongo que por la poca afluencia del día). Yo me decanté por una pizza barbacoa, que estaba a mejor precio que las hamburguesas (4,40€ con el 20% de descuento del pase anual, nada mal). Comimos todos en la terraza de la hamburguesería tranquilamente bajo la sombra.

Tras la comida, fuimos a refrescarnos un rato a Playa Malibú, la piscina de olas, que tiene unas vistas maravillosas de Stunt Fall. Tuvimos la mala suerte de llegar poco antes de que las olas parasen, y había que esperar unos tres cuartos de hora hasta que volviesen a empezar, así que decidimos ir a repetir los toboganes. Una, dos, tres y hasta cuatro veces llegamos a repetir en algunos de ellos. Era una verdadera gozada disfrutar del parque sin colas. Lo cierto es que podríamos haber aprovechado para descansar y tomar el sol en la playa con arena de Playa Malibú, pero no estábamos dispuestos a desperdiciar el día haciendo lo mismo que podíamos hacer en una piscina municipal, queríamos exprimir los toboganes al máximo.

Entrado el final de la tarde todos nos empezamos a dar cuenta de algo que llevaba incubándose todo el día: nuestros pies se estaban quemando. Parece que el suelo de la nueva área del parque está hecho con algún tipo de material que absorbe muy, MUY bien el calor. Por la mañana era soportable, pero a medida que avanzaba el día y el sol incidía directamente en el suelo, nuestros pies sufrían cada vez más. Todos habíamos visitado suficientes parques acuáticos para saber que aquello no era normal en absoluto. Para haceros el cuento corto: acabamos en el Servicio Sanitario del parque, donde las enfermeras (amabilísimas, por cierto) nos exploraron los pies y pusieron pomadas y vendas en los casos más graves. Tras esto, llegó el momento de salir del parque y poner fin a esta jornada de agua y diversión.

No nos engañemos: se supone que Warner Beach es un parque acuático temático, pero de temático tiene lo justo. El único rincón del parque que tematicamente es resultón es la entrada, pero una vez dentro, lo único temático que hay son las incontables figuras de personajes Warner que hay por el parque; sin esas figuras, el parque podría pasar a llamarse perfectamente Aquópolis San Martín de la Vega. Paisajisticamente el parque también es muy mejorable; tras haber visitado parques acuáticos que son auténticos vergeles como Aqualandia o Costa Caribe, me doy cuenta de que este es una auténtica solana por los pocos árboles que hay. Eso sí, hay gran cantidad de flores en muchos rincones, y algunas plantas incluso parecen plantas acuáticas sacadas del agua, como las que hay alrededor de la estatua de Aquaman. Y no hablemos de los alrededores del parque, todos sabemos que el sur de Madrid es un auténtico secarral, algo que queda muy bien si se ve desde Old West Territory, pero en Warner Beach ver el contraste parque acuático-desierto no es precisamente agradable. Lo que acabó por irritarme fue que se pudiera ver descaradamente desde el parque acuático el almacén principal del parque; en un vano intento por camuflarlo se ha pintado un mural encima, pero se queda en eso, un camuflaje cutre.

La oferta de atracciones está bien, pero creo que Warner Beach tiene una oferta de toboganes descompensada; la mayoría de los grandes toboganes son con flotador y tan solo hay uno de ellos que no lo tiene (sin contar los toboganes pequeños de la zona infantil). Echo en falta un par de toboganes de gran tamaño en el que uno se tire en solitario sin ningún tipo de flotador, creo que es lo que le falta a Warner Beach para estar completo en lo que a atracciones se refiere.

El parque me decepcionó profundamente en el aspecto de espectáculos. Warner Beach contrasta enormemente con Parque Warner en el sentido de que no no hay personajes, no hay animaciones, no hay vida. Si no me equivoco, en Aquopolis Villanueva de la Cañada las Supernenas hacen varias animaciones y los visitantes pueden hacerse fotos con ellas. ¿Cómo es posible que en Warner Beach uno no pueda ver ni un solo personaje Warner? Eché en falta poder hacerme una foto con Scooby-Doo con falta hawaiana, o el Pato Lucas con gafas de sol o incluso Aquaman, que podría debutar en este nuevo parque. Verdaderamente incomprensible.

Un último aspecto que me pareció absurdo es que al visitante le dan un plano en la taquilla cuando no va a poder usarlo en todo el día por un motivo muy simple: si lo lleva en el bolsillo se acabará convirtiendo en pasta de papel, y si lo deja en la taquilla, no lo estará usando. Sería mucho más útil que haya unos cuantos mupis bien visibles distribuidos por el parque con el plano expuesto para que el visitante lo pueda consultar. Lo mismo sucede con los relojes: al no poder llevar uno el móvil en el bolsillo, ni tampoco el reloj (no está permitido tirarse por los toboganes con relojes), sería muy práctico que hubiera relojes distribuidos por el parque para que el visitante sepa en todo momento qué hora es y pueda planificarse bien el tiempo.


En definitiva, Warner Beach no es lo que uno esperaría cuando imagina un parque acuático de Warner, le falta más inmersión temática, más aislamiento del exterior y más vida y, a pesar de la ampliación, me faltó más variedad de toboganes. No quiero enviar el mensaje equivocado: pasamos un día de cine. Nos quedamos hasta última hora en el parque y estuvimos entretenidos hasta el último momento. ¿Repetiría? Tal vez si no tuviera el descuento del pase anual, no, pero costando la entrada 9€ sí me planteo volver este verano (es, después de todo, el mismo precio que una entrada de cine). ¿Lo recomiendo? Si eres de Madrid y quieres pasar un día diferente, sí, pero si vienes de fuera de Madrid no creo que valga la pena dedicar un día aquí habiendo actividades turísticas más interesantes en la ciudad. Salí con la sensación de un parque acuático incompleto; confío en que en los próximos años Warner Beach seguirá ampliándose y transformándose para llegar a ser lo que debía haber sido desde un primer momento. Mientras tanto, seguiremos disfrutando de la diversión que nos ofrece y de los buenos recuerdos que se pueden crear con amigos ahí.

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