Aquí podéis encontrar el vídeo del Sábado en el Parque de Atracciones de Madrid:http://www.youtube.com/watch?v=VhLuA64dLA0
La alarma nuclear de @fernandete suena temprano, demasiado temprano, y Bea y Edu nos vienen a despertar, aunque antes se meten un ratito más en la cama. Ya vamos tarde, como siempre, y nos metemos prisas en desayunar un café en polvo demasiado cargado porqué pones demasiadas cucharillas, y pastitas del Mercadona rellenas de cositas malas.
Y ahora sí, ¡Nos vamos a Madrid! El camino en coche se hizo muy tranquilo, sin colas, ni retenciones, ni apenas coches en la carretera. Condujo Edu, al que no le gusta mucho conducir, aunque le obligamos poniéndole grilletes y cadenas en los pies y en los pedales del coche para que así no se escapara, ni siquiera a hacer un pis. ¡Como nos gustan los grilletes y las cadenas!
Además, para este viaje, teníamos una compañera más. Alguien que se apuntó a última hora a la quedada, y que vino en sustitución de Maria Antonia, la que quemamos en el Voyage, le hicimos vudú, pusimos la cabeza al revés y insertamos dos pulseras fluorescentes en su cuerpo. La misma. Esta vez se quedó en Girona, pero en su lugar vino Verónica, una muñeca de porcelana que de por sí ya daba mal rollo, y que nosotros tuneamos en el coche pintándole los ojos, las uñas y otras partes del cuerpo que antes no tenía, y ahora sí. Además, le pusimos dos caramelos redondos de pechotes.
Dejamos las maletas en el hotel, y nos fuimos directamente al Parque Warner de Madrid, también conocido como Parner, que de los nervios y la emoción, uno se equivoca y crea estos nombres nuevos. Y allí teníamos esperando a toda la comitiva madrileña que nos acompañaría en estos dos días de parques, y a @dkr que por sorpresa, también estaba allí. Es como Diós, que está en todas partes, o para los más frikis, como Jacob. Ya me entendéis.
Y qué decir del parque de atracciones... ¡Todo un nuevo mundo de sensaciones y cosas por descubrir! Por mi parte era la primera vez que iba, y por el nombre genérico del parque, pensaba que sería algo así como un Tibidabo, pero en Madrid. Pues me equivocaba. Y mucho. Menudas atracciones, ¡qué sinfín de de sensaciones nuevas! Empezamos con un abismo, con los nervios a flor de piel. La sensación, indescriptible. Notar que no estás en el asiento, sino en el respaldo del vagón en la subida, y completamente fuera del asiento y contra el arnés en el punto más alto y del giro hace que se estremezca todo tu cuerpo, disparando adrenalina por todos lados. Además me encantó esa velocidad que alcanza para ser una atracción cortita, que la hace más emocionante, y un airtime en mitad del recorrido que me enamoró.
Parada para ir al baño, y coger fuerzas, porqué para a mi pesar, nos dirigíamos al viejo caserón. Era un momento que intenté evitar, pero que era imposible. Incluso decir que ese día no abría no sirvió de nada. Mientras esperábamos a que algunos compraran la entrada, quedamos más alucinados con la tematización del parque, que celebra su primer Halloween, y que se lo han currado de una manera brutal. Además de un enorme cementerio, decoración por todo el parque, una bruja a punto de ser quemada... Enfrente del viejo caserón se encontraba el animatronic más grande que he visto hasta el día de hoy. Un esqueleto enorme, que se levantaba y decía alguna cosa en latín, y que además tenía más esqueletos que también se movían. Una pasada.
Llegó el momento de empezar a hacer colas, no sin antes hacerle un book a Veronica, y @dkr, @selene y @victornado junto a Ana Belén no se querían perder (como en todas las atracciones de los dos parques) mi reacción a las nuevas atracciones y esta vez, al viejo caserón. Tranquilos, que cuando estamos a punto de entrar, un grupo de cámaras de cuatro nos preguntan si pueden entrar con nosotros y filmar nuestro recorrido. Aunque no se nos distingue ni se nos ve, deben tener un material de valor incalculable, porqué entramos muertos de miedo, yo cogido a @beaterual y a @bafo que tenía detrás, andando poco a poco, chillando como no lo habíamos hecho nunca, y tirándonos contra las paredes –sí, cierto- cuando Freddy Krueger vino a por nosotros en más de una ocasión. Salimos corriendo del caserón, con el hombre de la moto sierra detrás de nosotros que nos cortaba el paso y no nos dejaba salir, y con un considerable dolor de garganta de tanto chillar.
Eran casi las cuatro de la tarde, y nos poníamos a comer con nuestro descuento de Tuenti, empezando lo que serían una descoordinación total de las horas de desayunar, comer y cenar de los próximos días.
La siguiente parada, después de una caída libre, era Tarántula. Miedillo me daba por la de vueltas que llegaba a dar el vagón de la atracción, aunque me repitieron hasta la saciedad que no mareaba, y que nadie hasta el día de hoy se había mareado. No subía convencido del todo, aunque al final fue una pasada, e incluso repetimos, mientras unos entraban en Mausoleo, y otros en Tornado. Incluso aprovechams el tiempo en las colas para enseñarle más palabras nuevas en catalán a @bafo. No tiene desperdicio, ya veréis el video!
No acabamos el día sin antes subir en Vértigo. ¡Qué manera de reír! Salimos con dolor de tripa de tanto reír, que nos entró una risa tonta-nerviosa y que no había manera de pararla. Incluso cogimos el fotoride (que por cierto, al final se lo quedó @edudito) y salimos con una cara de pánico como si fuera la bajada más grande e impresionante del mundo.
Tocó el momento despedida, aunque a muchos los veríamos al día siguiente en Parque Warner, se hacía muy extraño no verlos en el Voyage y de año en año. Marchamos, no sin antes regalarle a @bafo una postal firmada de la oreja de van gogh, que pedí para él cuando entramos en su camerino junto con @juanmi en el concierto que hicieron en Girona. Lo acompañamos hasta la estación de metro, no sin antes hacernos más fotos de despedida, alargando ese momento. Que no queremos que te vayas, ¡Vente con nosotros!
Y después de esa triste y emotiva despedida con, nos fuimos en coche hasta nuestro hotel, con el corazón en @bafo y en ese fantástico día que habíamos pasado, y con @edudito atado a los grilletes de nuevo, y conduciendo sin darse cuenta por el carril izquierdo de la carretera. De doble sentido. Como nos llegamos a reír, incluso apuntar esta frase para incluirla aquí.
Era ya casi media noche, y como no sabíamos de otro lugar donde ir a comer, fuimos al Mc Donalds que había en la carretera, justo antes de llegar a nuestro hotel, donde acabamos haciendo una base musical con una hélice de ventilación que no paraba de sonar. Creo que hemos estado más tiempo en ese Mc Donald's que en los parques... Ya veréis por qué.