Está comprobado, y es que siempre que vas con amigos a algún hotel o similar, ya seáis dos, cuatro o seis, siempre la acabáis liando. Y eso es lo que nos pasó este año (al igual que el año pasado, pero un poco más light) empezando por el viernes, ya que pensaba que @sonia había perdido la llave de la habitación, y cuando me hacen entrar me encuentro toda mi cama repleta de globos, y cantaron todos un cumpleaños feliz en voz baja, debido a las horas que eran, y como siempre, éramos los últimos del albergue que nos íbamos a la cama.
Pero, obviamente, no nos íbamos a la cama, ya que empezamos a dar golpes a la pared de la habitación de al lado, que la ocupaban @gemix, @pitusa28, @willy y @manel, dándonos cuenta que en realidad estaba su baño por en medio y que los golpes ya no daban tanto efecto.
Los globos eran un peligro, así que decidimos esconderlos debajo de la cama, en unas cajas que había, para así evitar que se dispersaran por la habitación, y no petaran. Cosa que no conseguimos, ya que cuando estábamos todos callados, se reventó uno de los más grandes, así que unos cuantos se fueron directos a la ducha, y otros directamente a la fría y nevada calle.
Es habitual también hacer el tonto, saltar en las camas, o hacer el bobo en ellas, ocupar las camas del otro, o incluso tirarnos botes de champú entre los cuatro que van a parar a zonas que no deben. Las frases tampoco faltan, ya que ahora, primero no ha sido ni la gallina ni el huevo, sino que primero ha sido el ciruelo. El árbol, mal pensados.
Tampoco faltan nunca las visitas a las diferentes habitaciones, correr por los pasillos de noche, asustarnos entre las habitaciones, algunos iban a fumar a la calle saliendo por la ventana, y se quedaban encerrados fuera... Un desmadre, ¡Y como tiene que ser!