El partido de Albert Rivera en el congreso de los diputados ha propuesto una batería de enmiendas para los presupuestos generales del Estado de 2018, entre las que se encuentra la reducción del IVA de los parques temáticos, para que pase del actual 21% al 10%. De esta manera, el impuesto de los parques temáticos (y también los zoológicos, que se incluyen en la propuesta), pasaría a ser el mismo que el del resto de espectáculos en vivo, cuyo IVA lleva siendo del 10% desde la famosa "rebaja del IVA cultural" que recogen los presupuestos generales del Estado de 2017.

No es la primera vez que Ciudadanos se interesa por reducir este impuesto para los parques. Ya en enero de 2017 el diputado naranja Miguel Ángel Garaulet formuló una pregunta escrita al gobierno demandando saber por qué esta reducción del impuesto no se aplicaba a los parques temáticos, argumentando que una parte de la actividad de estos lugares consiste precisamente en los espectáculos en vivo. El gobierno respondió que "ante la necesaria consolidación de las cuentas públicas" se decidió no incluir los parques temáticos en la definición de espectáculos en vivo. Lo cierto es que los parques suponen una aportación nada despreciable para el presupuesto del país: en 2017, los parques de ocio en España facturaron en torno a 665 millones de euros, lo que se traduce en 139,65 millones de euros que van directos a las arcas del estado; parece que Hacienda no está dispuesto a renunciar ninguno de esos procedente de los parques.

¿Cómo nos afectará esta medida a los visitantes?

El conjunto de la población española tuvo que apretarse el cinturón cuando en 2012 el gobierno anunció que el IVA pasaría del 8% al 21%. Los parques de atracciones también se vieron afectados por esta medida, pero la mayor parte de ellos la asumieron y mantuvieron sus precios a coste de reducir los beneficios, como hicieron el Parque de Atracciones de MadridParque Warner Madrid. A medida que la economía del país se ha ido recuperando, y con ella el bolsillo de los españoles y su gasto en ocio, también lo han hecho los números de visitantes de los parques y sus ingresos, como en el caso de Parque Warner, que prevé llegar a la esperada meta de los 2 millones de visitantes en 2018, mientras que PortAventura superaba los 200 millones en ingresos el año pasado. 

Si esta medida llega a aprobarse, lo más probable es que en el caso de los parques de gestión privada los visitantes no nos beneficiaremos de ningún tipo de reducción del precio de las entradas; los parques más rentables, como PortAventura, Parque Warner o el Parque de Atracciones de Madrid aprovecharán la medida para recuperar los beneficios que se vieron obligados a recortar en 2012. Parques en una situación económica más delicada, como Isla Mágica o Terra Mítica, que bailan en su umbral de rentabilidad, recibirían esta reducción como un balón de oxígeno que podría darles el empujón que necesitan para obtener beneficios estables sin necesidad de reducir los precios o atraer más visitantes. En cualquiera de los casos, esta medida aumentaría los beneficios de estos parques, lo cual se traduce en mayor capital que más adelante puede convertirse en inversiones, como nuevas ampliaciones, nuevas atracciones o nuevos hoteles, que permitan a los parques seguir creciendo en cifras.

Sí es posible que los parques y recintos de gestión pública reflejen esta reducción de precio en el coste de sus entradas, como podría ser el caso del Tibidabo, gestionado por el Ayuntamiento de Barcelona, ya que estas instituciones no priorizan el beneficio económico, sino que se busca reducir los precios hasta lo mínimo posible sin llegar a pérdidas. 

Ahora bien, también cabe hacer una reflexión sobre cómo nos afectaría esta medida, ya no como visitantes, sino como contribuyentes. Recordemos que gracias al IVA se financian la sanidad, la educación, las pensiones, las infraestructuras de transporte y tantas otras materias de competencia estatal y autonómica. Lo que el Estado dejaría de recaudar si se aprueba con esta medida, unos 74,15 millones de euros, deberá recaudarlo por otro lado para que no se produzca aun más déficit en la cartera dirigida por Cristobal Montoro.

Saber si esta propuesta será aprobada o no es, por el momento, impredecible en vista del panorama político actual, pero la negociación de los presupuestos y el debate de las enmiendas finalizará el próximo 24 de mayo. Hasta entonces, estaremos pendientes de lo que deciden nuestros representantes en el Congreso de los Diputados.

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