¡Hola!

Hace poco tuve que hacer un trabajo sobre cómo un parque temático puede "manipular" nuestras mentes, y por qué nos gustan tanto las montañas rusas. He pensado que sería interesante compartirlo con vosotros de una forma más resumida. Seguro que más de una cosa os sorprenderá.


?Asustados pero disfrutando del momento

En todo parque temático hay montañas rusas, y de hecho son uno de sus grandes atractivos. Pero ¿Qué es lo que nos hace disfrutar tanto cuándo nos hacen creer que podemos morir en cualquier instante? Una teoría dice que se trata del hecho de lo bien que sienta volver a pisar suelo estable. Pero eso no es todo, ya que la pérdida de la noción del tiempo u otras sensaciones son un gran aliciente. Por otro lado, unos estudiantes de la Universidad de Delf dicen que la mezcla del miedo que experimentamos en una atracción con la protección que ésta nos proporciona, recordándonos que estamos seguros, son los componentes principales del estado de alteración que experimentamos al salir de la montaña rusa.


?Otro mundo

Una montaña rusa nos puede llevar desde el Himalaya hasta Gotham. La inmersión temática se encuentra en los parques de atracciones desde casi sus orígenes. Y tienen una razón de ser: de acuerdo con la historiadora Josephine Kane, los parques temáticos, en parte, nos gustan porque nos dan acceso a mundos fuera de nuestro alcance o irreales. Según Kane, hace un siglo esto se traducía en temáticas ambientadas en viajes a sitios exóticos. Hoy en día son más populares sitios imaginarios o de ficción.


?Un lugar que enamora

Aunque un parque temático pueda no parecerte el lugar más romántico de la tierra, hay estudios que dicen todo lo contrario: de hecho la gente solemos atraernos unos a los otros en situaciones nuevas y emocionantes. Un parque de atracciones está lleno de estas sensaciones, así que ya sabéis.


✨El efecto nostalgia

Incluso el parque de atracciones más sofisticado tiene su lado retro. Todo tipo de juegos de habilidad, máquinas que miden la fuerza… Aunque no hayas subido nunca a un Carroussel, su presencia te afecta. Se ha descubierto que cuando te instan a sentir nostalgia, eres más optimista sobre el futuro y estás más seguro sobre que la vida tiene sentido.


?El juego del 'casi'

La mayoría de los juegos clásicos que encontramos en los parques temáticos están creados pensando en la emoción que nos despierta estar tan y tan cerca de la victoria. Victoria, que por cierto, prácticamente nunca conseguiremos. El juego de las anillas y las botellas es un claro ejemplo. Cada vez que fallamos, en realidad, no fracasamos: se trata de un fracaso diseñado para darte placer y emoción, que luego te harán querer volver a intentarlo una última vez. Y luego otra última vez, y otra y otra…


?Colas, colas y más colas

Aunque pueda no parecerlo, incluso las colas pueden contribuir a pasarnoslo mejor. De hecho, varios estudios explican que cuando las personas vemos una cola muy grande, tendemos a pensar que lo que hay al final ha de ser algo muy grande. Además, si lo hacemos bien, esperar en la cola puede mejorar nuestra experiencia al subirnos en la atracción: en otro estudio se dice que la gente que mientras hace cola se fijan en la gente que tienen detrás tienden a expresar más emoción sobre la atracción a la que se van a subir, y la experiencia general es mucho mejor que la de la gente que sólo se fija en las personas que tiene delante de la cola.


?Mapas que nos guían hacia donde tenemos que ir

Todos los parques de atracciones tienen un mapa, donde nunca aparecen caminos para ir de un punto A a un punto B en línea recta. Estos mapas, a parte e guiarnos por el parque, sirven – y están pensados- para hacernos gastar dinero. Restaurantes, tiendas... Todo ello marcado en el punto más estratégico para que cuando pasemos nos gastemos algo de dinero.


?Comida y más comida

Normalmente no solemos comer patas fritas, palomitas o chcuches tantas veces como lo hacemos en un parque de atracciones. De hecho, hay estudios que demuestran que cuando estamos rodeados por gente que no conocemos tendemos a seguir nuestros impulsos, sin frenarnos. Es por eso que hacemos cosas que no haríamos en circunstancias normales: nos sentimos anónimos, y eso hace que hagamos lo que queramos sin que eso nos duela. Incluso se ha habla de que estar con gente que tiene poco autocontrol se nos puede 'contagiar'.


Y hasta aquí este pequeño repaso a algunas de las diferentes maneras con las que un parque de atracciones puede 'jugar' con nosotros. La próxima vez que vayáis a uno, ya sabréis porqué os pasan según que cosas :D

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