Si este año ha habido una tendencia global en la industria del entretenimiento, esa es el crecimiento de las montañas rusas con realidad virtual. Según RCDB.com, a día de hoy hay 25 montañas rusas con realidad virtual en todo el mundo, mientras que en 2016 esta cifra apenas llegaba a la mitad. Pero, ¿qué es la realidad virtual?

La realidad virtual (VR, por sus siglas en inglés) se refiere a las técnica de recrear mundos virtuales que induce al usuario la impresión de estar inmersos en éstos por medio de dispositivos electrónicos. El principal dispositivo que participa en la realidad virtual son las gafas de realidad virtual, un dispositivo colocado en la cabeza del usuario que le permite "ver" el mundo virtual gracias a una pequeña pantalla y lentes estereoscopias que le permiten ver en 3D; también hay otros dispositivos que recrean sensaciones sonoras, táctiles u olfativas. 

Como comentaba en 2016, los parques temáticos han descubierto en la realidad virtual una tecnología muy interesante que ofrece nuevas formas de crear experiencias inmersivas entre los visitantes. Hasta ahora, la realidad virtual se ha aplicado principalmente en montañas rusas, y en España vemos algunos ejemplos de ello:

  1. Batman: Arkham Asylum (Batman: la Fuga, Parque Warner, 2002). Fue la primera montaña rusa del país en aplicar VR.
  2. TNT: el Tren de la Mina (Parque de Atracciones de Madrid, 2012). La primera montaña rusa del país en incorporar VR con interactividad. 
  3. La Furia de los Dioses (Titánide, Terra Mítica, 2003)
  4. Virtual Express (Tibidabo Express, Tibidabo, 2002)

En todos estos casos, la VR se ha aplicado en montañas rusas existentes con la intención de usar esta innovación tecnológica como un reclamo. Esta tecnología es barata y trae grandes beneficios para el parque, por su capacidad para atraer nuevos visitantes y de aumentar la repitibilidad de la atracción, puesto que las imágenes del mundo virtual se pueden modificar a voluntad y, por tanto, cada experiencia puede hacerse diferente. La VR también puede ser interactiva, como en el caso de TNT: el Tren de la Mina (Parque de Atracciones de Madrid, 2012). Por contra, la VR ralentiza las operativas, y corre el riesgo de traer perjuicios si no se ejecuta correctamente, por ejemplo, si no existe una sincronización entre las imágenes y las fuerzas G que siente el pasajero, lo cual produce mareos.

2018: nueva oleada de atracciones VR

Si bien es cierto que actualmente el "boom" de las montañas rusas VR ya se ha enfriado un poco, ya que por estas fechas apenas hay nuevas montañas rusas VR anunciadas, esto no significa que vayamos a ver menos atracciones VR en el futuro. De cara al año que viene, en 2018, ya hay anunciadas varias atracciones VR, pero lo interesante es que por primera vez no solamente son montañas rusas, sino atracciones de tipo simulador, lo que podríamos llamar simuladores VR. De momento son dos los simuladores VR que han sido anunciados para su apertura el año que viene:

De esta manera, estos dos parques serán pioneros en este tipo de atracción, que continúa el legado de las montañas rusas VR. Ahora bien, ¿por qué digo que en 2018 se producirá la segunda oleada de las atracciones VR? En la industria del entretenimiento y los parques temáticos cualquier innovación se estudia con suspicacia; siempre hay un parque valiente que es pionero en emplear determinada tecnología o un tipo nuevo de atracción, y si resulta ser un éxito, en los años siguientes otros parques se apresuran por copiar su éxito adoptando esa misma innovación. 

Por ejemplo, las montañas rusas híbridas con estructura de madera y vías de acero empezaron como un experimento de Six Flags en su montaña rusa New Texas Giant (Six Flags Over Texas, 2011), que resultó ser un éxito y en los años siguientes otros parques empezaron a replicar esta innovación. Pero las innovaciones no siempre salen bien; Furius Baco (PortAventura, 2007) es una montaña rusa que, si bien es muy innovadora por ser la primera en tener un tren alado y un sistema de lanzamiento, se considera un fracaso, pues requiere un gasto ingente de mantenimiento para poder mantenerla suave y disfrutable.

Creo que Futuroscope y Busch Gardens Williamsburg serán pioneros de un nuevo tipo de atracción VR que será un éxito, y otros parques no tardarán en copiar este éxito en año siguientes. De la misma forma que la VR se ha aplicado a montañas rusas existentes, también se aplicará a atracciones de tipo simulador ya existentes, especialmente aquellas cuya tecnología se haya quedado obsoleta con el paso de los años. 

¿Qué tal suena un Sea Odissey VR? ¿Y un Star Tours VR? Comparte tus impresiones en los comentarios del blog.