El domingo pudimos dormir un poco más, y después del desayuno, nos dirigimos hasta Naturlandia, donde nos esperaba un Tobotronc helado. Ya hicimos bien en ir un poco tarde expresamente, ya que como ya sabemos de los otros dos años que siempre a primera hora está helado, así pudimos dormir un poco más y llegar cuando ya estaba casi abierto. Digo casi, porqué tardaron más en abrirlo, y nosotros tuvimos que marchar sin poder montarnos debido a otros asuntos.
Así que @ocean83, @gaara y servidor, fuimos tirando hacia Andorra, para poder así dejar a @fernandete que marchara en el coche de @penya y que disfrutara de tobotronc ya que nunca había ido.
La vuelta fue muy tranquila y rápida, sin encontrar ningún atasco como años anteriores, y siendo parados en la aduana, donde nos vieron cara de niños buenos, y nos dejaron pasar. Este año faltó el típico juego de la vuelta, el juego de la historia encadenada, donde cada uno va diciendo una palabra, y el siguiente se tiene que acordar de la que ha dicho el jugador anterior y añadir una suya; y así sucesivamente hasta crear historias desternillantes a la par que raras. Pero como este año no encontramos caravana, el viaje fue mucho más rápido y fluido, incluso nos paramos a comer un plato combinado, que como dice @gaara, combinan muy bien, y que entró la mar de rápido, con las montañas de Montserrat al fondo, iluminadas por extraños Dioses que nos inventamos. Eso sí, antes del fallido intento de encontrar un restaurante decente, que no diera miedo, y el logo del cual no fuera como una salpicadura de sangre.
Sobre las 5 ya estábamos en Barcelona, un poco cansados, y llenos de agujetos, que seguro que se agravan mañana. Así que servidor, se despidió de Alex y Sergi, y cogió tren dirección girona, donde escribí gran parte de esta review, y me meé mirando los vídeos que hemos grabado durante estos tres magníficos días.