El pasado sábado, poco antes de las ocho y media de la tarde, comenzó la Navidad. Así, sin más. Un mes y medio antes de Nochebuena. Por arte de magia. La de Disney. Basta un "bibidibabidibú" o un "supercalifragislíticoespialidoso" para que Haloween quede atrás de un plumazo y donde antes había una calavera, ahora se multipliquen las guirnaldas, las hojas de muérdago y el rojo intenso.
De la mano de Mickey, sus amigos y Duffy –el oso de peluche que a partir de ahora será inseparable del ratón más célebre del planeta-, una niña fue la encargada de dar el pistoletazo de salida. Les respaldó Tony Parker, jugador de la NBA y ex marido de Eva Longoria, que ejerció de padrino y dijo sentirse "muy orgulloso de compartir este momento con tantos niños y niñas".
Juntos invocaron al espíritu navideño para encender el gran abeto de 24 metros de altura y 25 toneladas de peso que da la bienvenida a todo aquel que se acerque a Disneyland Resort París. En hilera comenzaron a relucir las 500 bombillas y se dejaron ver los 850 adornos entre soldaditos, lazos rojos y bastoncillos de caramelo.
Aunque la predicción meteorológica anunciaba lluvia, en ese instante nevó en el parque. No piensen que fue cosa del cambio climático. Se trataba de sutiles copos de espuma, que se asimilan mejor y evitan algún que otro resfriado.
Tampoco se lamenten por no haber asistido al acto. La fiesta se repite cada tarde. Sin Parker, pero con la nieve. Palabra. Hasta cinco veces al día. Entre otras cosas porque los responsables del parque han preparado 8.200 litros de jabón para lograrlo. De esta manera, el parque se transforma durante dos meses para, por ejemplo, acoger el taller de Papa Noel, donde los elfos trabajan a destajo para preparar los miles de regalos que recibirán los niños el 25 de diciembre. Para quienes prefieran tomárselo con humor, los principales personajes de la factoría Disney –atentos especialmente al desparpajo de Chip y Chop- han preparado un espectáculo sobre hielo, mientras que la Bella Durmiente preside un "Sueño de Navidad" frente al castillo –con una espectacular iluminación de 60.000 luces LED- de la mano de su príncipe Felipe y sus tres madrinas.
Y aquellos que quieran vivirlo en su plenitud, Disneyland Resort París ya prepara la gran gala de fin de año en la que el parque permanecerá abierto hasta la 1 de la madrugada y que contará con un espectáculo de fuegos artificiales en el momento en el que las manecillas del reloj den la bienvenida a 2012.
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PA-COMMUNITY estrenará una sección especialmente dedicada a preparar unas navidades mágicas a Disneyland Paris.