Aviso: esta es la segunda parte de mi review de mi reciente visita al parque. Si queréis leer la primera parte, os he adjuntado el enlace debajo. Dicho esto, seguiré contando mi día a partir de después de haber comido en Bora-bora. ¡Continuemos!

Salimos de Bora-bora descansados, comidos y con muchas ganas de más. Nos esperaban más horas de parque y la mejor parte del día. Y más tarde la noche. Pero vayamos a pasos. Al salir del restaurante y después de haber estado todo el rato viendo caer barcas en Tutuki Splash no pudimos resistirnos a subir. Y así fue. Entramos con el express y un momento ya estuvimos sentados en las húmedas barcazas de Tutuki Splash. Pasamos el famoso túnel de los chicles (asquerosamente asqueroso) y encaramos el primer drop. Recuerdo haberme fijado en unos niños observándonos justo desde la misma mesa donde yo había estado observando las barcas también, y entonces ¡SKLOSH!, y más tarde uno aún mayor. Salí de allí totalmente empapado, yo y el resto de expedicionarios. Es una atracción muy buena y jodidamente bien tematizada (¡dejad de pegar chicles cerdos!).

A continuación seguimos caminando, cruzamos Sésamo Aventura y nos adentramos de nuevo en el área de Shambhala por la plaza del túnel. Seguíamos muy mojados y yo, en un acto enormemente estúpido, decidí ponerme al lado del splash de la coaster para comprobar si de verdad mojaba. Descubrí que mojaba. Y bastante. ¡A veces soy un poco imbécil! jaja. Entonces yo y mi primo decidimos secarnos un poco a base de centrifugado repitiendo en Shambhala con el express de mi madre y mi hermana. Sólo diré que al ser la segunda vez la disfruté mucho más, y el resto me lo reservo para su blog exclusivo. Al bajar fuimos hacia México a ver si llegábamos a tiempo para el primer pase de la tarde en Templo del Fuego. Nos pusimos en la cola express y como aún había tiempo mi primo y mi hermana subieron en Yucatán, yo no. Al cabo de un rato, nos abrieron la puerta y entramos en el primer pase. El resto os lo explico a continuación...

El preshow fue muy bueno y todo normal hasta que entramos en la sala principal. Ya colocado el público, la actora llegó hasta la parte central, se quedó unos segundos quieta (supongo que comunicándose con los otros operarios) y luego se "tiró" por el agujero de la roca o estatua central. Se hoyó un grito por megafonía, y estuvimos diez segundos eternos esperando a que saliera o algo. Entonces, se abrieron los focos, iluminaron toda la sala y se escuchó "Templo del Fuego sufre problemas técnicos, si desan ir a otra atracción el asistente les acompañará a la salida". El público se quedó flipando. ¡Ahora que por fin me había metido en la historia!. Yo me quedé allí para enterarme de qué pasaba (¿decían que podíamos salir si lo deseábamos no?) pero me hicieron salir (¡mentirosos!). Total, que salí de allí el último, sin explicación alguna por parte de nadie y un poco mosqueado. Sigo sin saber qué falló, pero ya se dice que estos días el Templo del Fuego está un poco 'chamuscado', ya me entendéis...

Me reencontré con el resto de expedicionarios (me encanta llamarles así) y fuimos al Tren de la Mina con el express. Montamos una vez pero mi primo y mi hermana repitieron. Yo me quedé observando Shambhala y Dragon Khan (belleza B&M como nunca la viste) mientras mi madre llamaba a mi padre contándole cómo estaba yendo el día. Después, fuimos para Tomahawk y pasamos por el lado del Templo pero seguía cerrado (igualmente ya habíamos malgastado el express). Llegamos, hicimos una larga cola (es lo que pasa cuando en cada fila normalmente sólo sube una persona) y al final subimos. Qué decir... fue un infierno. La última vez que monté (en 2010) no me dolió ni la mitad. En serio, la primera curva después del drop es la curva de la muerte (¡no se podía peraltar un poquito no, pongámosla tal cual!). Salimos dolidos de la pequeña Stampida y fui corriendo a ver si habían reabrido el Templo, pero no era así. Volví con el resto y repetimos en Grand Canyon Rapids. En la cola un hombre se empeñó en que cogiéramos sus palomitas para no tener que lanzarlas y no nos dejó en paz en todo el rato (querido señor, si no las aceptamos ¡es porque tenían helado de fresa encima...!, si se le han caído dentro ¡no es nuestro problema!). Estuvimos el resto del día haciendo coñas con las palomitas jaja...

Bajamos de los rápidos y fuimos para Mediterrània. Yo y mi primo repetimos por última vez en Furius Baco con el express, en la misma fila que la vez anterior. Esta vez monté en el asiento exterior y noté la diferencia (¡háganle algo por dios!). Bajamos y cruzamos Polynesia y China Baja hasta llegar a la Plaza Imperial para ver los Shaolin de Shambhala. A mi parecer es un espectáculo muy bueno, a mi me gustó mucho y además me parece muy acorde con la temática de la nueva atracción. ¡Los hombres que lo realizan son unos cracks! Se nota que en este espectáculo Bollini no ha tenido demasiado que ver (*risa maligna*). Al finalizar el espectáculo, y pese a mi negación, fuimos a ver Music Defecation (ay perdón, "Generation"). ¿Mi opinión? Es bastante bueno, algo obvio ya que lo realizan profesionales (bueno, Bollini lo es a su manera... jaja) pero que ni supera ni se acerca a otros shows que ha tenido el parque antaño, además de no tener nada que ver con la temática del parque. Por cierto, en el discursito final, justo después de la frase "Pero vosotros nos regaláis algo mucho más importante..." alguien, en el segundo oportuno, gritó ¡DINERO!. De verdad, ¡me morí de la risa y mucha gente del público también! Fue genial... ¡ni siquiera me acuerdo de lo que se dijo después de la frase jaja! Fue épico.

Al salir de allí vimos que ya era casi de noche. Yo y mi primo fuimos corriendo a Shambhala y seguidamente a Dragon Khan. Las B&M de noche son una experiencia diferente, de verdad. Y la parte de Shambhala ya os la contaré. Bajamos de Dragon y fuimos a México donde mi hermana se empeñó en subir otra vez en Hurakan Condor (fue su experiencia fuerte de la visita). Y bueno, así fue. Siempre me ha gustado Hurakan Condor de noche (¡y más ya que me tocó la góndola que enfoca a Shambhala y su tren iluminado haciendo el recorrido!). Al bajar mi hermana y mi madre fueron tirando para Mediterrània a ver Fiestaventura pero mi primo y yo no. Queríamos una última Shambhala, ahora que ya era totalmente de noche. No diré nada, pero fue lo más bonito del día. Bajamos, y fuimos nosotros también para Mediterrània pasando por el área de Shambhala, donde nos quedamos un momento parados para ver al tren cruzar el splash iluminado (pre-cio-so) y luego ya seguimos andando hasta llegar al lago. La parte que vi de Fiestaventura estubo bastante bien. Hubo una buena pirotencia, buen sonido y buena sincronización de las fuentes y demás. Salimos del parque un poco antes de que terminara para no tragarnos colas en el párking. Fue el fin de un día aboslutamente genial, ¡gracias PortAventura!

PD: Sé que me reservo muchas cosas para la parte de Shambhala, pero igualmente me he alargado mucho en ambas partes de la review así que no importa. Sólo os digo, que tengo muchas ganas de escribir esa parte. ¡Gracias por leer!

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