Recuerdo que mi primera visita a PortAventura fue en 1995, llevados por la publicidad y porque mis padres siempre han sido unos tios muy majos y sabían que queríamos ir. Lo pasamos muy bien aquel día de verano que estuvimos, sobre todo a destacar la simpatia que había entre los trabajadores, el himno del parque que te metía de lleno en el lugar y la sensación de descubrir algo nuevo.

No regresé hasta el 2002, en aquella ocasión estaban de estreno con los hoteles pocos meses antes. Era época de Halloween y llegamos pronto a el Hotel El Paso: Allí nos recibieron con los brazos abiertos -como quien dice- así como con unos recepcionistas reconvertidos en zombies, dráculas y vampiresas, así como toda la recepción, los edificios y la música que sonaba en aquellos pasillos... Nos llevaron a nuestra habitación en un carricoche de golf. La verdad que yo me sentí como si fuera un nuevo rico en ese momento, cuanto lujo, glamour. La tarjeta del hotel que a su vez era entrada al parque, poder disfrutar de la zona cubierta del parque acuático y la posibilidad de usarla como Express ilimitado a partir de las nueve de la noche. En el parque el terror estaba en Mediterránia, Far West y México: te metías de lleno en el ambiente porque lo conseguían con mucha animación, muchos actores en los pasajes del terror -supongo que también muchas ganas-. Tres pasajes del terror: "El Establo Maldito", que cogía lo mejor de los pasajes del terror, "La Mina del Diablo" aprovechando las colas de la atracción de "El Diablo" y "La Selva del Miedo" que aprovechaba la pirámide de México y sus alrededores. Un buen recuerdo de aquel año.

En el 2010 en el Hotel Gold River la tematización era bastante limitada, la simpatia era selectiva entre los trabajadores, creo que a nadie le llevaron a su habitación en carricoche, la tarjeta del hotel como Express ya no es válida -y ni siquiera a partir de este año darán una tarjeta Express por persona y será de pago-, la música de terror brilló por su ausencia. El parque acuático sólo abre en temporada alta y en septiembre cierra sus puertas hasta el siguiente verano. Afortunadamente el desayuno sigue siendo con comida caliente y fría (¿Recordais que un año quitaron la comida caliente y la pusieron como extra?). En el parque Halloween estaba presente pero a cada año parece que va perdiendo algo: Perdimos parte de "La Mina del Diablo" que nunca regresó, perdimos actores también en "La Selva del Miedo" y "Horror in Penitence". Lo que es aún más imperdonable es haber perdido "El Diablo dijo si", para mi uno de los espectaculos más divertidos que he visto en un parque temático (Hubiera estado bien una reforma, actualización del mismo, pero quitárselo para meter más cosas mexicanas. No, gracias). Hemos ganado en espectáculos, muchos nuevos, pero con una falta de argumento más allá de acrobaciones y jingles pegadizos.

A mi me queda la extraña sensación que se han perdido muchos de los pequeños detalles que hacen grande a un parque, aparte de la decoración, amabilidad, servicios, ventajas... Bien es cierto que a nivel de jingles, música parece que han seguido el camino correcto -lease seguir la estela del todopoderoso Disneyland a ese respecto incluso con la publicación de CDs con esos temas-.

Este año dicen, cuentan que habrá más tematización, que se extenderá, que habrá zonas más diferenciadas en plan familiar y de terror, pero ¿Con que nos encontraremos?. En menos de un mes lo sabremos.

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