La Generalitat ha tenido que poner firme al promotor Enrique Bañuelos en el proyecto que pretende impulsar en Tarragona, junto a Port Aventura. Según han explicado a El Confidencial fuentes cercanas a las conversaciones, la Administración catalana ha reducido el permiso de edificabilidad para el complejo de ocio Barcelona World en 400.000 m2.

Durante una reunión que tuvo lugar en Barcelona hace un mes, la Generalitat advirtió a Bañuelos de que no iba a aceptar sus pretensiones respecto al volumen del proyecto. Básicamente, que el complejo sólo podría tener 600.000 m2, en lugar del millón al que aspiraba el promotor valenciano.

Fuentes de Veremonte, la promotora de Bañuelos, no han querido confirmar esta información. Otras fuentes, sin embargo, señalan que en el encuentro participaron el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, responsable de urbanismo, y el secretario general de Presidencia, Jordi Vilajoana.

A pesar de esta diferencia, la reunión fue bien. Bañuelos aceptó el recorte en la edificabilidad del proyecto y mantuvo ante los representantes del Gobierno catalán que el calendario previsto no ha cambiado, por lo que la primera piedra del complejo de ocio y juego se colocará este otoño, preferentemente antes de que Sheldon Adelson haga lo mismo en Eurovegas, en Alcorcón, Madrid.

Esta limitación urbanística la aplica la Generalitat por motivos paisajísticos. Con el cambio se evitan grandes rascacielos que puedan suponer una distorsión en el skyline de Vilaseca-Salou. Tras este recorte, Bañuelos podría revisar a la baja la inversión prevista, que inicialmente ascendía a 4.500 millones, cifra en la que se había tasado la primera parte del proyecto.

Menos casinos y habitaciones de hotel

El ajuste supondrá menos casinos, cinco en lugar de los seis previstos. Y también menos habitaciones de hotel de las que inicialmente se habían anunciado, ya que los edificios tendrán una altura menor. Si inicialmente se había hablado de 20.000 habitaciones, tras el recorte la nueva cifra se situaría en 12.000, una rebaja del 40% en la capacidad hotelera del complejo.

El proyecto que impulsa Bañuelos incluiría en su primera fase hoteles y casinos. La limitación urbanística en este arranque inicial de la Generalitat no afectaría al resto del complejo, que en su totalidad sumará 4 millones de m2 construidos. En este espacio, ahora se prevé levantar ciudades turísticas temáticas dedicadas a Rusia, India, China y Oriente Medio.

Veremonte supera etapas

Veremonte, el holding inversor de Bañuelos, va superando etapas contra todo pronóstico. Ha conseguido atraer al operador de juego de Macao SJM, ha dado entrada a operadores de Estados Unidos y ha negociado la participación en el proyecto del Cirque du Soleil.

El pasado mes de febrero, Veremonte España SL amplió capital en 1,5 millones de euros. Tras esta operación, el capital del instrumento inversor de Bañuelos queda fijado en 3 millones. La matriz de la sociedad es Veremonte BV, con sede en Holanda.

Veremonte planea invertir sólo 900 millones de la primera fase de Barcelona World, y eso vehiculando la ayuda de diversos inversores institucionales y fondos. El resto lo pondrán los socios que Bañuelos vaya captando, tal y como está haciendo ahora para la primera fase. Pero como ninguno de estos tendrá la mayoría, Bañuelos jugará un papel decisivo en la vida del proyecto.

Se prevé que el complejo sirva para crear 30.000 empleos, sólo en la primera fase. Por ello, la Generalitat se echó en los brazos de Bañuelos una vez que se hizo evidente que Adelson se decantaba por Madrid para levantar Eurovegas.

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