Las primeras veces son siempre muy especiales, más todavía si se trata de una visita al aclamado EuropaPark. Había leído muchas buenas críticas de este parque, considerado por muchos el mejor de Europa, así que tenía muchas ganas. En este review comentaré solo las atracciones y shows que pude disfrutar, siendo consciente que me quedaron cosas por descubrir.

En este caso, y tras leer varios consejos de otros PACos que habían visitado el parque, decidimos visitarlo en 2 días. Más que suficientes para probar la mayoría de las atracciones, ver algún show y repetir sus 11 credits, aun visitándolo a principios de Agosto.

Tras sentir un ligero cosquilleo al divisar primero a lo lejos las grandes coasters del parque alrededor del pequeño Rust, y después rozar el recorrido de Blue Fire y Wodan, llegamos a la entrada del parking. La verdad es que el hecho de que al entrar vayas viendo toda la extensión del parque, así como sus hoteles, te muestra ya que estamos ante un grandísimo parque temático.

Así pues, tras aparcar el coche (genial la organización alemana también en este ámbito) y utilizar la nueva cinta transportadora, llegamos a la entrada del parque.

Como ya sabía, el parque celebraba su 40º aniversario, por lo que la fuente y la plaza de taquillas se encontraban decoradas para la ocasión.

Llevábamos las entradas ya compradas (acostumbrados a las taquillas en parques españoles) aunque en este caso las colas eran casi inexistentes. Pasados los tornos de entrada y cogido el gigantesco mapa del parque, la avenida de la primera área se extendía ante nosotros.

ALEMANIA

Esta área actúa a modo de Main Street, con sus tiendas (cuidado con los horarios, que cierran bastante pronto) y restaurantes. Cuenta también con la estación del EP-Express, el monorail que conecta los dos extremos del parque. Destacar que la avenida estaba toda decorada de banderas y globos por el 40º aniversario, siendo prácticamente el único theming del parque dedicado al cumpleaños.

En esta área vale la pena pasear por los jardines del Castillo Baltasar (antigua residencia de la familia Mack) así como montar en las curiosas Góndolas de elfos. Área, pues, de bienvenida.

ITALIA

Tras pasar por un detallado arco, llegamos a una pequeña plaza con una fuente central. Esta área cuenta con 2 atracciones "de paseo", Mansión encantada y Piccolo Mondo, ambas con ciertas similitudes a las atracciones de Disney, pero con un menor nivel tecnológico debido al paso del tiempo. Aunque la mayoría de personas siguen esta ruta "lógica", tened presente que las operativas en EP son admirables, por lo que en muchas ocasiones será llegar y subir a una atracción directamente. Impensable en muchos parques en pleno agosto.

FRANCIA

Llegamos a Francia, a mi parecer un área muy bonita, pero que necesita una restauración en ciertos edificios. Un gran lazo rodeaba la esfera de Eurosat, uno de los pocos ejemplos de theming "cumpleañero" que quedaba por ver. La verdad es que lejos de lo que algunos podrían opinar, agradecí muchísimo que no estuviese todo el parque decorado, más que nada porque al ser mi primera visita quería que fuese lo más fiel posible a una visita normal.

En esta área se encuentran los 2 primeros credits, muy distintos entre ellos. Por una parte, la imponente Silver Star, una hypecoaster de B&M que con sus 73 metros fue la más alta de Europa hasta la construcción de Shambhala. A modo de pequeña comparación entre ambas, decir que en mi caso disfrute más la coaster alemana. Siempre me ha parecido el último tramo de Shambhala algo aburrido, mientras que Silver Star te regala unos buenos efectos de choque extra en sus últimas curvas, redondeando más el ciclo.

La otra coaster de Francia es Eurosat, credit que me sorprendió por varias cosas. En primer lugar, las colas con escalera mecánica y el theming desfasado que tiene (se pueden observar hasta bolas de navidad pintadas a modo de planetas) y, por otra parte, el propio lift, mucho más alto de lo que parece. La coaster en si es entretenida, aunque sufre el desgaste de los años. En definitiva un credit con un estilo retro muy característico que lejos de suponer una imagen decadente, lo convierten en uno de los recuerdos de aquel joven parque que abrió hace 40 años.

SUIZA

Tras cruzar un pequeño riachuelo llegamos a esta pequeña área que, nada más verla, se convirtió en mi favorita. Suiza apenas cuenta con una atracción y 2 credits, aunque ambos completamente diferentes. Por una parte está Bobsleigh Suisse, que se convirtió en la primera coaster de este tipo que probaba. Familiar y curiosa por la forma de recorrerla. Y por otra parte, Matterhorn-Blitz, una coaster ambientada en una granja con excelente tematización, que guarda una pequeña sorpresa inicial.

Pero lo que más me cautivo del área fue el pequeño pueblo suizo recreado. He visitado Suiza en un par de ocasiones y las casas, piedra, tejados… todo me pareció increíblemente realista. De las mejores zonas temáticas que he podido visitar.

Continuará...

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