"Es imposible tomar decisiones encerrado en tu despacho"

El directivo pasa más tiempo en el parque temático y se reúne allí con el equipo.

Cuando Enrique Fontecha te invita a su despacho, sus pasos se encaminan hacia las atracciones de Parque Warner, el complejo temático –miembro de Parques Reunidos– del que es director general. "Tengo un despacho de cuatro paredes para mandar e-mails, pero mi oficina real es todo el parque (60 hectáreas), porque allí ves al público e intentas estudiar sus necesidades. Es imposible tomar decisiones encerrado en una habitación".

Una reunión improvisada en la zona de Gotham, un brainstorming en Looney Tunes o un repaso de agenda junto al lago donde se hace uno de los espectáculos. Así es el día a día de este ejecutivo. "Este trabajo tiene un privilegio: tengo al lado el producto que vendo y el cliente al que me dirijo. Nunca hay dos días iguales". Pero no todo es tan idílico como en el mundo de sus personajes de animación: "Es un empleo esclavo porque trabajas mientras que los demás se divierten o descansan", explica.

¿La aplicación que más consulta a lo largo del día? "El tiempo. Estamos más pendientes del tiempo que los agricultores", confiesa con una carcajada. No es para menos, pues la lluvia afecta a su volumen de negocio. Lo que es imperturbable es el ánimo con el que el ejecutivo describe su trabajo: "Los departamentos son los mismos que en otra compañía, pero aquí existe un área de espectáculos, y en recursos humanos tienen que seleccionar desde un ingeniero de caminos a un especialista que se vista de Batman". Fontecha se camufla entre superhéroes y visitantes para comprobar cómo funciona el parque y antes de la apertura de cada temporada, se sube varias veces en las atracciones para cotejar que todo está bien.

Más de un millón y medio de visitantes al año son garantía de anécdotas: "Como uno de los objetos perdidos que nunca nadie reclamó: la prótesis de una pierna".

Fontecha está acostumbrado a todo tipo de situaciones tras 14 años trabajando en PortAventura. "Cuando empecé en este sector no tenía ni idea de dónde me metía, pero he tenido mucha suerte".

El alcalde de este particular pueblo –que en su llavero lleva la llave de la casa de la abuela de Piolín, una de las atracciones del parque– define el espacio como "una pequeña ciudad de película" en la que no hay escenas para la vida personal. "No tengo ninguna foto familiar en el despacho ni arrastro cosas de otros sitios. Solo me rodeo de objetos que me sirven de inspiración".

Fuente: Entrevista completa aqui (entrar en la web que hay un video con la entrevista bastante interesante)

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