El tiburón martillo alcanza por primera vez Valencia. Es sólo una de las nuevas especies que mañana se presentan oficialmente en la reapertura del Oceanogràfic, al que han llegado también cocodrilos sudafricanos, tortugas terrestres gigantes o pingüinos Humboldt.

Uno de los principales cambios que ha experimentado el acuario de Valencia en su remodelación tiene que ver con la instalación de un nuevo tanque de 80.000 litros de capacidad en el edificio de acceso de las instalaciones, y en el que habitarán los tiburones martillo.

Ahora bien, lo delicado de esta especie ha obligado a que el que será su hogar en el Oceanogràfic no esté decorado. El tanque no tiene tematización para preservar los ojos de los tiburones, «muy expuestos en los laterales de la cabeza», según explicaron los expertos del acuario. De hecho, la cabeza de estos tiburones martillo es plana y redondeada, con forma de pala.

Esta especie suele habitar en zonas poco profundas, con fondos de arena o fango. Procedente del Atlántico Oeste y del Pacífico Este, el tiburón martillo no es de los más grandes de su especie. Ronda el metro de largo, aunque está constatado que algún ejemplar ha llegado a alcanzar los 1,5 metros.

Otros de los nuevos huéspedes del Oceanogràfic son dos tortugas de Aldabra, Morla y Darwin, que fueron cedidas por el centro municipal de aves y fauna exótica del Ayuntamiento de Valencia a las instalaciones del acuario, procedentes de un decomiso. Las de Aldabra son tortugas gigantes. De hecho, son las de mayores dimensiones tras las tortugas de las Galápagos: pueden llegar a medir 120 centímetros y superar los 250 kilos de peso. Por cierto, ni siquiera se sabe cuánto pueden vivir exactamente estas tortugas. El ejemplar más longevo aguantó 255 años en el zoo de Calcuta.

Otra curiosidad: estas tortugas pueden beber a través de la nariz gracias a un «tabique cartilaginoso nasal que les permite absorber agua por esta vía». ¿Y por qué? «Se cree que esta adaptación se debe a que ciertas zonas en los bosques de manglares eran demasiado estrechas como para introducir la cabeza entera, lo que les impedía poder coger el agua», según las mismas fuentes. Constituyen una especie endémica del atolón coralino de Aldabra, declarado por la Unesco Reserva de la Biosfera.

Estrenan también hábitat los pingüinos Humboldt, con nuevos nidos y sombras. El Oceanogràfic contará así con tres especies de pingüinos: Juanito, Humboldt y los Rey, que llegarán próximamente a Valencia.

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