"Me gustaría comunicarle que, pese a que la actividad que usted comenta estaba totalmente reglada según la normativa existente, hemos decidido prescindir de la misma". Así rezaba el correo electrónico que Mari Luz Rodríguez recibió el pasado jueves del parque de atraccionesTerra Mítica. Era la respuesta a una reclamación que esta veterinaria madrileña había interpuesto el pasado 6 de julio para protestar contra algo que la había indignado: una atracción basada en hacerse fotos con cachorros de león.

Mari Luz cuenta que, paseando cerca de la entrada del parque benidormense con su pareja, se encontró con una aglomeración de gente. "Al ir a ver qué clase de atracción había, me di cuenta de que tenían un cachorro de león, al que se pasaban de mano en mano, con el estrés que eso supone. Me pareció mal, creo que un animal no debe ser una atracción más. Así que reclamé".

Mientras rellenaba el impreso, una de las trabajadoras de Terra Mítica le contó que ya habían recibido quejas similares el año pasado, cuando, en lugar de un león, era un tigre bebé lo que se utilizaba, y que, si recibían muchas quejas más, posiblemente la atracción sería retirada.

Así ha sido. Desde la organización del recinto de ocio aseguran que la actividad estaba de acuerdo a la legislación sobre animales salvajes en cautividad y que los felinos tenían sus papeles en regla. Apuntan que la atracción, que valía una suma extra, la llevaba adelante una empresa externa, cuyo nombre prefieren no facilitar.

Según ellos, la decisión fue tomada "por respeto a la sensibilidad de los clientes que se hayan podido sentir afectados". Aseguran que tienen un firme compromiso con la defensa de la naturaleza y que, a través de su fundación, protegen los derechos de los animales. "En cualquier caso", concluyen, "el cliente es siempre quien tiene la razón".

Juan Luis Malpartida tiene otra opinión. El director de Mundopark —más conocido como el Zoo de Sevilla— es, además de empresario del sector, cuidador de animales salvajes en cautividad. Opina que atracciones como estas son "sensacionales tanto para los animales como para los niños". Según él, "hay demasiada sensiblería que no favorece en nada a los animales. Cuando estos nacen en cautividad, sin visos de que vuelvan al estado salvaje, y están ya improntados [se han adaptado al trato con humanos], es bueno que tengan contacto con humanos".

Malpartida está seguro de que esto hace "más felices" a los animales, además de darle educación medioambiental a los críos. Por último, matiza que son los cuidadores los que deben tener la sensibildad para reconocer cuándo el animal sufre estrés.

A juzgar por los mensajes que pueden encontrarse en la red socialTwitter, es una actividad que lleva bastantes años practicándose: (foto 2)

Rubén Carrasco, activista de la organización Alicante Animalista, no admite excusas para mantener animales en cautividad. Recuerda que hay diferentes programas para devolverlos a sus medios naturales, algo que "siempre será mejor que estar encerrado". Carrasco rechaza de plano, por "incongruente", que pueda haber algún valor educativo en que un niño vea a un animal salvaje alejado de su entorno. En su organización, recita, parten de la siguiente premisa: "Todos los animales, como seres vivos y sensibles, merecemos que se respeten nuestro derechos".

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